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Reportaje:RALLY DAKAR

Agotador paseo por las nubes

La carrera atraviesa Los Andes en convoy en una etapa de ocho horas neutralizada por la nieve

Nadia Tronchoni

Son las siete de la mañana en el vivac de Fiambalá. La noche ha tenido poco de apacible: temperaturas más bajas, molestas rachas de viento y arena por todas partes, pero, al menos, esta vez no hay que madrugar tanto como de costumbre. La etapa está anulada. De no ser así, las primeras motos, por ejemplo, deberían haber salido a las 4.15. Aunque el camino tiene que trazarse igualmente, la tensión de la competición o los miedos a la dureza de la especial cronometrada dan un respiro a los participantes. El sol ya está alto y solo entonces empieza a repartirse el nuevo libro de ruta, modificado con urgencia el día anterior porque el temporal aconsejaba anteponer la seguridad de los pilotos a una etapa endurecida en demasía por las nevadas de los últimos días, que obligaron a cerrar el Paso de San Francisco.

Coma y Al-Attiyah, los campeones de 2011, contrariados por no poder jugar sus cartas

Una hora más tarde, a las ocho, empiezan a desfilar las primeras motos, que salen del campamento de dos en dos cada 30 segundos. Tras estas, después de un descanso de media hora, lo hacen los coches con una cadencia idéntica. Después, los camiones de competición, y en último lugar, los camiones de asistencia (dejarán sin carpa, sin camilla ni masajista, sin ducha ni otros lujos a los pilotos hasta última hora de la tarde). El convoy se dirigía hacia Copiapó, a 641 kilómetros, previa visita a Los Andes y el correspondiente Paso de San Francisco (a más de 4.700 metros de altura), por donde debían cruzar la cordillera y atravesar la frontera. El paso entre Argentina y Chile estaba cerrado al público por las autoridades, aunque se abrió, de forma excepcional, para que lo recorriera la caravana del Rally Dakar.

Joan Pedrero, Ullevalseter, Joan Barreda y el segundo clasificado, Marc Coma, encabezaban el grupo y eran de los primeros en cumplimentar los trámites administrativos en el puesto fronterizo, donde nadie pudo esquivar el frío ni el mal de altura, que deja a unos más que a otros el cuerpo hecho trizas: "Estaríamos a uno o dos grados bajo cero. He llegado a la frontera y no podía escribir", decía Pedrero, de regreso ya en el campamento, al que llegaron las primeras motos siete horas y media después.

Una vez en Chile y alcanzado el kilómetro 314 de la etapa prevista para el viernes, la caravana tomaba una nueva dirección para evitar las zonas más afectadas por las nieves y recorrer el camino hacia Copiapó por carretera en vez de hacerlo por las montañas, evitando así la aridez del desierto de Atacama o las dunas de Copiapó. En lugar de eso, los motociclistas, abriendo paso al resto del convoy y liderados por Marc Coma o Chaleco López, el ídolo local, se dirigían a la localidad de Diego de Almagro, desde allí hasta Inca de Oro y finalmente a Copiapó, pasando por la avenida central de la ciudad ante la expectación de los ciudadanos. La carrera, aunque en convoy, fue igualmente dura. Un día antes, el jueves, no había más que un grado a 600 metros de altura por la zona. Y más de 600 kilómetros en moto no son un plato apetecible para nadie.

"Ha sido peor esto que una especial. Tan aburrido... Encima, estamos hechos polvo", añadía Pedrero. "Lo más duro han sido los kilómetros de nieve, el barro y el agua en la carretera. Había que ir con mucho cuidado. Además, el cuerpo sufre el mal de altura", indicaba Coma, que aparcó su moto junto a la de su colega a las puertas del comedor del vivac, donde se sentaron a comer, hambrientos, tras la dura travesía, pues todavía no había llegado nadie de su equipo. Lo mejor, el paisaje. "Cada año que pasa es igual de impresionante", decía Coma. "Es que mi país es muy bonito", apostillaba Chaleco López.

Esta etapa neutralizada, como ya ocurrió otro año en la misma zona por una densa niebla o como ocurrió en otra ocasión por una amenaza terrorista cuando el Dakar se corría en África, da una tregua a quienes no se juegan nada, acerca al final a quienes lideran la prueba y perjudica los intereses de quienes, al ataque, tratan de recuperar minutos a sus rivales. Tal es el caso de Coma y de Nasser Al-Attiyah, campeones en 2011. "Todo lo que sea eliminar kilómetros y que la carrera vaya perdiendo tramos de dificultad no me va bien. Así no puedo jugar mis cartas", resaltaba el español. "Ahora cada kilómetro es muy importante para nosotros. Esto, claro, no nos ayuda", confirmaba el catarí. "Espero que lo que queda sea muy duro. Si Perú tiene que ser horrible, que sea horrible", concluía Pedrero. Su objetivo es ayudar a Coma a ganar el Dakar otra vez.

MOTOS: General: 1. C. Despres (Fra./KTM). 2. M. Coma (KTM), a 9m 51s. 6. J. Viladoms (KTM), a 58m 17s. COCHES: General: 1. S. Peterhansel (Fra./Mini). 2. K. Holowczyc (Pol./Mini), a 4m 18s. 3. N. Roma (Mini), a 10m 39s.

El camión del kazajo Artur Ardavichus, en un momento del recorrido.
El camión del kazajo Artur Ardavichus, en un momento del recorrido.CÉZARO DE LUCA (EFE)

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Sobre la firma

Nadia Tronchoni
Redactora jefa de la sección de Deportes y experta en motociclismo. Ha estado en cinco Rally Dakar y le apasionan el fútbol y la política. Se inició en la radio y empezó a escribir en el diario La Razón. Es Licenciada en Periodismo por la Universidad de Valencia, Máster en Fútbol en la UV y Executive Master en Marketing Digital por el IEBS.
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