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Reportaje:

Caperucita se pasa de moda

Los espectáculos infantiles cada vez huyen más de los tópicos - 'Sensacional' se estrenó ayer en el Museo de Reproducciones

El suelo es blanco y acolchado. Unos veinte niños se visten, ayudados por sus padres, con pantalones y niquis blancos que encuentran en unos cestos de colores. Enseguida empiezan a correr y saltar; están nerviosos. La música y la proyección de imágenes los agita aún más. No paran de empujarse y perseguir los dibujos. Lo pasan en grande.

El espectáculo Sensacional, para niños de 18 meses a tres años, se exhibió ayer en el Museo de Reproducciones de Bilbao -hoy habrá otros dos pases (18 h.)- a cargo de la empresa catalana Imaginart. Su director, Jordi Colominas, explica que el proceso de elaboración fue laborioso: multitud de pruebas en escuelas destinadas a dar con la fórmula con la que hipnotizar a los pequeños.

Los pequeños perseguían agitados las imágenes proyectadas
Lo importante es la diversión por la diversión, considera un experto

"Había que encontrar el ritmo, el tiempo idóneo de duración, ver lo que más les estimulaba... Y luego darle forma a todo", describe. El resultado es un juego interactivo y sensorial. "Los chicos van detrás de las imágenes, se ríen. Es una propuesta de participación con ellos", abunda el experto.

La intención era "llevar a los niños más allá", sorprenderles, romper con la tradición. "Existe un exceso de normas y parece que todo tiene que estar muy estructurado y ser pedagógico. Nuestra idea es otra", apunta Colominas. Lo importante, agrega, es la diversión por la diversión, relativizar las reglas y las doctrinas clásicas.

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Ésta es la apuesta de Imaginart y, según su director, de buena parte de la industria del sector. "Estamos en un momento en el que se han diversificado mucho las propuestas artísticas y teatrales para los más pequeños", considera. En su opinión, durante mucho tiempo "parecía imposible" alejarse de Caperucita Roja y otros tópicos. Esto ha cambiado.

"Me consta que hay compañías que se están esforzando por acercar la ópera a los niños, la música clásica, el jazz... Ahora se juega fuerte y esto nos enriquece a todos", asevera. Estos espectáculos proliferan en Navidades. Se ha pasado en estas fechas del "circo a la antigua" a una oferta de lo más variada. "Son propuestas que reinventan el imaginario, siempre con rigor y calidad. Países como Holanda y Bélgica marcan el camino a seguir", apostilla.

Juegos nuevos como Sensacional y apuestas innovadoras como la ópera La ardilla astuta, de Nino Rota, programada la pasada semana en el Teatro Arriaga por la ABAO Txiki. Jon Paul Laca, director artístico de la Asociación Bilbaína de Amigos de la Ópera (ABAO), cree que los niños son cada vez más exigentes. Los esfuerzos por agradarles deben, por tanto, intensificarse.

"No creo que se les entretenga con pocos medios. Ven la televisión y tienen Internet. Hay que idear cosas que les enganchen, con buena narrativa. Reaccionan muy rápido y son espontáneos. Si la cosa no funciona, el espectáculo se te cae completamente", expone Laca.

Los niños persiguen las imágenes proyectadas en el suelo durante el espectáculo, ayer en el Museo de Reproducciones.
Los niños persiguen las imágenes proyectadas en el suelo durante el espectáculo, ayer en el Museo de Reproducciones.L. A. G.

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