Fabra anuncia otro recorte de 1.000 millones sin concretar

Alberto Fabra dirigió ayer su primer mensaje navideño a los valencianos como presidente de la Generalitat. Sus antecesores en el cargo solían pronunciarlo en Nochevieja, antes de tomarse las uvas, pero Fabra decidió esperar un día más, tal vez para asegurarse mayor audiencia y unos espectadores ya recuperados de la fiesta, despejados para escuchar un mensaje marcado por la crisis y la grave situación financiera de la Generalitat valenciana.

Siguiendo la estela del Gobierno de Mariano Rajoy, que aprobó el pasado viernes un durísimo ajuste en el gasto y una subida general de impuestos, el presidente valenciano aprovechó su discurso para anunciar más recortes en la Administración valenciana y un "periodo de renuncias" para combatir la crisis.

Eso sí, Fabra vistió las nuevas medidas de ajuste de "grandes reformas" y enunció cuatro propuestas, entre ellas dos conocidas y un nuevo recorte del gasto que no concretó. Así, en el primer pleno del año el Consell aprobará un decreto ley de medidas urgentes para reducir el déficit que supondrá un recorte de 1.000 millones de euros en el sector público. Un "ahorro inicial", según sus palabras, que saldrá de "reorganizar y racionalizar la prestación de servicios públicos, incrementar la corresponsabilidad en su financiación e impulsar nuevas políticas de ahorro en la Administración". El presidente, que ya impulsó un plan de ajuste de 680 millones en la Generalitat a finales de julio, nada más llegar al cargo tras la dimisión de Francisco Camps por el caso de los trajes de la trama Gürtel, y de más de 400 millones en fundaciones y empresas públicas, no precisó más este nuevo recorte, que llega tan solo 10 días después de aprobarse el presupuesto de 2012.

En su mensaje desde el Palau de la Generalitat, pronunciado en parte en valenciano y de pie ante una mesa con fotos suyas junto al Rey y Rajoy, el presidente del Consell insistió en la necesidad de cambios para "crear empleo, reducir el déficit y asegurar la sociedad del bienestar". "España y la Comunidad Valenciana se encuentran en una coyuntura económica muy complicada y que amenaza la sociedad del bienestar que hemos conseguido", destacó Fabra, quien aseguró que la Generalitat ha "entendido el mensaje" de "cero gastos superfluos y que cada esfuerzo público se destine a crear empleo" y garantizar los servicios sociales."Tengo la obligación de decir siempre la verdad, aunque esta a veces no me resulte cómoda. Entramos en un periodo de renuncias donde hay que priorizar aquello que nos permita crecer más fuertes en el futuro", aseguró Fabra en su mensaje de Año Nuevo. Las medidas ya adoptadas para el control del gasto -el plan presentado el pasado julio al Consejo de Política Fiscal y Financiera preveía un ahorro de 1.949 millones de euros- no han impedido que la Generalitat cerrara 2011 prácticamente en quiebra técnica, con la deuda pública a un paso del bono basura y facturas pendientes con proveedores y de servicios públicos por 2.400 millones de euros. El intento de lograr mayor liquidez tampoco salió bien. La Generalitat emitió bonos patrióticos por 1.800 millones pero solo colocó 1.058.

Pero Fabra achacó una vez más la situación de la Generalitat a "la insuficiente financiación" autonómica por parte del Gobierno y al "gran esfuerzo inversor" del Consell para que la Comunidad Valenciana no se quedara "atrás". En ese sentido, anunció que en su próximo encuentro con Rajoy le trasladará "la importancia capital para la Comunidad Valenciana de revisar el modelo de financiación autonómica". Fabra también reivindicará que se dé prioridad al corredor mediterráneo, que Rajoy obvió en su discurso de investidura, y defenderá una "política agraria común e hídrica que no perjudique" al campo valenciano. Un cuestión que citó sin mencionar los trasvases.

En su descripción de la complicada situación actual, Fabra evitó la autocrítica a los años de gasto desbocado en fastos y grandes eventos, pero marcó distancias con su predecesor al destacar la necesidad de contar con "una nueva Administración pública más austera, más ejemplar y más centrada en lo que de verdad importa a los ciudadanos". La austeridad "no solo es gastar menos, es también saber gastar mejor", y en ese contexto enmarcó una segunda iniciativa, la convocatoria en marzo de una cumbre de Ayuntamientos y diputaciones para eliminar duplicidades en los servicios.

Las otras dos medidas anunciadas, que no son nuevas, buscan incentivar la reactivación económica. Un decreto ley de apoyo a los emprendedores, microempresas y pymes que será aprobado en el segundo pleno del Consell en este mes suprimirá "tasas y trabas administrativas que dificultan y retrasan la actividad empresarial" y permitirá abrir un negocio "en un tiempo máximo de 48 horas". La medida fue avanzada por el propio Fabra el pasado octubre en Alicante. Además, el Consell impulsará un plan de empleo que anunció el consejero José Ciscar y que invertirá 100 millones de euros en "incorporar al mundo laboral a más de 15.000 jóvenes".

Con la huelga de las farmacias aún en la retina, Fabra aseguró que el pago de la deuda a los proveedores será uno de sus "principales compromisos". También hizo mención especial al drama de los afectados por el paro. El año que comienza exigirá así "aún más esfuerzos y sacrificios" por parte de todos, resaltó el presidente del Consell, que reivindicó que los políticos deben "ganar en credibilidad siendo ejemplares" en su gestión y comportamiento, para lo cual citó como ejemplo el "ahorro" de 50 millones de euros en salarios y altos cargos.

Fabra aseguró que está "decidido" a tomar "todas las medidas adicionales que sean necesarias" para salir de la crisis. Y subrayó: "Tenemos que aprender de lo que hemos vivido como sociedad y de las lecciones que hemos recibido de esta crisis. Hay gastos e inversiones que antes pudimos hacer pero que hoy ya no podemos permitirnos". La lucha contra el fracaso escolar o el plurilingüismo estuvieron también presentes en un mensaje en el que Fabra agradeció a los valencianos sus "ganas de salir adelante". "Somos una sociedad emprendedora, trabajadora y solidaria que no permitirá nunca que nadie se quede fuera", prometió.