Vestir de escamas
Edurne Ibáñez expone 10 de sus creaciones en San Sebastián - Las prendas han sido confeccionadas con materiales de desecho
A Edurne Ibáñez, modista de 32 años, le propusieron un buen día hacer un vestido con escamas de pescado, o al menos utilizar el elemento en una de sus creaciones. La propuesta, por excéntrica que pueda parecer, no le sonó mal a la diseñadora y aceptó el reto. "Desde que comencé a dedicarme a esto siempre he mezclado los conceptos moda y reciclaje", explica, "vendría a ser mi firma". 10 de los trajes ideados por la diseñadora, natural de Pamplona, están expuestos en la Feria de Artesanía de San Sebastián hasta el 2 de enero, que este año está dedicada a la reutilización.
Las creaciones de Ibáñez aprovechan cualquier tipo de material, desde globos de agua, las mallas en las que se guardan los ajos -1.000 metros para un conjunto-, ruedas de bicicletas o las etiquetas que recogen la composición de camisetas, pantalones o jerséis.
La modista emplea desde globos de agua a mallas de ajos o radiografías
"Por así decirlo me propuse hasta inventar el tejido", indica la creadora
La diseñadora ha ganado en total 14 premios de carácter nacional ligados al mundo de la moda y además de trabajos por encargo en los dos últimos años ha diseñado el vestuario y escenografía de dos óperas (El guardián de los cuentos y Toyshop). Todo bajo la premisa del reciclaje.
"Siempre tuve muy claro que quería innovar, probar otras texturas y no ir a una tienda a comprar los tejidos de toda la vida. Por así decirlo me propuse hasta inventar el tejido", cuenta, mientras los curiosos que se acercan hasta el mercado tocan y comentan los vestidos expuestos a su antojo.
Las creaciones de Ibáñez vienen a constituir piezas únicas, inusuales y, como aclara la diseñadora, todas han sido confeccionadas para poder lucirlas en la calle. "Y resistentes", continúa, "el caucho, por ejemplo, te puede durar toda la vida".
Los trajes expuestos son una pequeña muestra de la exposición Arte, moda y reciclaje e incluyen las tres piezas -entre ellas el vestido con detalles de escamas- con las que Ibáñez ganó en 2010 la segunda edición de Bilbao International Art & Fashion, también el último de sus diseños, en el que tiras de radiografía componen el vuelo de una falda.
"Estas radiografías son de mi familia, por ejemplo, y ahora lo que hago es pedir a la gente. Una especie de colaboración ciudadana, hay mucha gente que sabe que me dedico a esto y directamente me traen materiales que creen que puedo utiliza", precisa la diseñadora.
Algo parecido sucedió cuando la propietaria de una pescadería de Sangüesa, el pueblo de su madre, decidió guardarle escamas de pescado. "Me dijo: 'seguro que puedes hacer algo con esto", recuerda. Para poder incluir el material en una de sus creaciones primero tuvo que esperar un año, a que la piel estuviera completamente seca y hubiera perdido el olor. Luego le tocó el turno a la imaginación: una capa de pintura plateada e hilos de cables para los remates.
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