El Zaragoza también devora a Aguirre

Aunque estaba virtualmente destituido desde la semana pasada, cuando el Alcorcón eliminó al Zaragoza en la Copa, Agapito Iglesias, el constructor que controla el Zaragoza desde 2006, cesó oficialmente a Javier Aguirre la madrugada del jueves. Fue el último capítulo de un club a la deriva, colista de Primera con 10 puntos, a cinco de la permanencia, y asfixiado por el mayor concurso de acreedores de un equipo de fútbol de toda Europa. La deuda declarada del Zaragoza es de 145 millones de euros. El sustituto del preparador mexicano, con un sueldo de 1,3 millones, no se cerró cuando parecía hecho porque a Míchel, la primera opción del club, no terminaba anoche de convencerle el proyecto. El representante del entrenador madrileño es Mariano Aguilar, que mantiene una estrecha relación con Juanma López —han participado juntos en operaciones como las de Guti y Bernd Schuster al Besiktas—, el principal intermediario en España de Doyen Group, el fondo de inversión que patrocina al Atlético, Getafe y Sporting.

Míchel es el principal candidato a suceder al entrenador mexicano

"El Zaragoza no estará en Segunda el año que viene", insistió ayer Agapito, que rechaza que la entidad esté "en quiebra técnica" y nombró a un nuevo consejero delegado, Salvador Arenere, y a otros cuatro consejeros, lo que no le impedirá seguir controlando la institución. Desde que el empresario soriano se convirtió en el máximo accionista del conjunto aragonés hace cinco años, han pasado siete entrenadores por el banquillo del plantel maño. Víctor Fernández, el técnico de la Copa del Rey de 1994 y de la Recopa de 1995, fue el primer elegido para encauzar el nuevo proyecto. El preparador, en cuya etapa se realizaron fichajes como los de Aimar, D'Alessandro, Ayala o Piqué, fue destituido temporada y media después. Ander Garitano (una jornada), Javier Irureta (seis) y Manolo Villanova (12) se sucedieron en la segunda vuelta en un aquelarre de entrenadores que terminó con el Zaragoza en Segunda.

La pérdida de categoría no amilanó a Agapito, que hizo de Marcelino el técnico mejor pagado del fútbol español con un salario de 2,4 millones anuales. El técnico asturiano devolvió al grupo a Primera, y aguantó en el puesto hasta diciembre de 2009, cuando José Aurelio Gay, un histórico de la casa que llevaba unos meses al frente del filial, le tomó el relevo. Gay eludió el descenso y Agapito le renovó su confianza hasta que, en noviembre de 2010, recurrió a Aguirre para reflotar a un equipo que volvía a desinflarse. Un año después, en La Romareda —Agapito ha decidido dejar de acudir al palco ante las críticas de la hinchada por su gestión— se repitió el trajín de entrenadores.

De concretarse su fichaje, Míchel, que ya salvó al Getafe de la quema en la temporada 2008-09, cuando reemplazó a Víctor Muñoz a falta de cinco jornadas sumando ocho puntos de 15 posibles, heredaría algo más que un banquillo caliente. Los propios estatutos del conjunto aragonés, modificados en 2006, lo dejan claro: el Zaragoza es más que un club. Además de dedicarse a "la participación en competiciones deportivas de carácter profesional", el objeto social de la escuadra contempla la "construcción, gestión, proyección y ejecución de toda clase de obra pública o privada".

El objeto social del Zaragoza también recoge "la gestión, administración adquisición, promoción, enajenación, arrendamiento, rehabilitación y explotación de solares, terrenos, urbanizaciones, locales y viviendas y, en general, de toda clase de bienes inmuebles". También se incluye la "construcción, explotación y gestión" de establecimientos dedicados a la hostelería, residencias geriátricas y aparcamientos.