_
_
_
_
PELEA POLÍTICA POR EL CONTROL DE KUTXABANK

La batalla por el poder deja a PSE y Bildu al borde de quedar sin consejeros

Los socialistas y la coalición plantearon garantizarse una minoría de bloqueo

Los socialistas y Bildu se encontraban a última hora de anoche al borde de quedarse sin representación en el Consejo de Administración de Kutxabank, el banco fruto de la fusión de las tres cajas vascas, tras toda un maratoniana jornada de negociaciones a varias bandas que muy probablemente continuarán hasta las nueve de esta mañana. A esa hora están convocados los consejos de dos de las entidades (BBK y Kutxa) para nombrar a sus representantes en el órgano directivo del nuevo banco. Vital reúne al suyo por la tarde.

El PNV, que cuenta ya con un acuerdo firme con el PP, seguía manejando cerca de la medianoche diversas opciones, pero ninguna de ellas satisfacía ni a los socialistas ni a la coalición abertzale. Fuentes de las diversas partes negociadoras consideraban a esa hora muy probable que el Consejo de Administración de la octava entidad financiera de España nazca al final sin que estén presentes en él la segunda (Bildu) y la tercera (PSE) fuerzas políticas vascas, la última de las cuales además gobierna Euskadi.

Las negociaciones se iban a extender hasta la misma mañana de hoy
"Estamos dando una imagen lamentable", reconoce uno de los negociadores

La última propuesta de los socialistas, que se han empeñado desde el principio en impedir que el PNV dispusiera de mayoría absoluta en el consejo, rebajaba esta mayoría a simple, pero le reconocía la supremacía en la comisión ejecutiva. Esta idea estaba siendo analizada a medianoche en Sabin Etxea, sin que los implicados en las negociaciones tuvieran la sensación de que el acuerdo estaba más cerca que al comienzo de la partida. Es más, la mayoría de los consultados sostenían que un posible pacto resultaba una hipótesis lejana pese al poco tiempo que quedaba ahasta las nueve de la mañana.

Fuentes de los negociadores indicaron que los socialistas y Bildu coincidían en plantear que el consejo se elevase de los 20 miembros previstos a 22, con un puesto más para cada uno de ellos, de manera que el reparto de sillones quedaría así: 10 para el PNV, cinco para Bildu, cuatro para el PSE y tres para el PP. Populares y peneuvistas veían esta propuesta "inaceptable", según las citadas fuentes, sobre todo por el hecho de que concedería a las dos formaciones de izquierda la posibilidad de formar una minoría de bloqueo cuando se debatieran las cuestiones nucleares en el consejo, que necesitan una mayoría reforzada de 14 votos.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

El reparto político se cruza además con la propuesta que deben hacer efectivamente las entidades, ya que de los 20 asientos del consejo -según el planteamiento inicial de reparto- un total de 12 los designa el consejo de BBK, otros seis Kutxa y los dos restantes Vital.

El PNV se había empecinado inicialmente en que de los 20 puestos la mitad fuesen suyos, pero gracias al voto de calidad del presidente, Mario Fernández, tenía garantizada la mayoría absoluta. Los socialistas lo rechazaron desde el primer momento mientras que Bildu, que inicialmente no se pronunciaba en público, al final no ha querido quedar como el pagano de la pelea entre socialistas y populares. El PP ha cerrado filas desde el primer momento con los peneuvistas, hasta el punto de que fuentes negociadoras de este partido consideraban factible anoche que Kutxabank termine naciendo con un consejo formado por una veintena de independientes elegidos de forma conjunta por estas dos formaciones. El PP, que anteayer se conformaba con elegir tres o cuatro nombres, sería en ese esquema uno de los principales benficiarios de la falta de consenso.

Paradójicamente, los partidos no compartían, cuando estaba a punto de acabárseles el tiempo de hablar, ni siquiera la filosofía de que el máximo órgano de la entidad fusionada debiera de responder a la realidad social y política vasca. Fuentes del PNV indicaban a media tarde a la agencia Efe que su propuesta de reparto de consejeros resultaba "lo suficientemente amplia para que todo el mundo pueda estar cómodo" y destacaban que les "gustaría que todas las sensibilidades del país estuvieran representadas en este órgano". Pero, dicho esto, enfatizaban que el 1 de enero "habrá un consejo compuesto para que Kutxabank pueda funcionar con absoluta normalidad, con o sin el acuerdo de Bildu y del PSE".

Kutxabank deberá mantener siempre en sus manos el 51 % de las acciones del nuevo banco, por lo que en caso de que se registrasen ampliaciones de capital quedaría en todo momento bajo el control de las tres cajas fundadoras. El nuevo protocolo de fusión que se aprobó tras el acuerdo por el que Bildu dio su plácet a la fusión en la decisiva asamblea de Kutxa del pasado septiembre convierte en definitivo el límite temporal de tres años al que se comprometían las cajas a destinar el 30 % de los beneficios para la Obra Social.

Desde la izquierda, los presidentes de Kutxa, Xabier Iturbe; BBK, Mario Fernández, y Vital, Carlos Zapatero, en un acto en julio de 2010.
Desde la izquierda, los presidentes de Kutxa, Xabier Iturbe; BBK, Mario Fernández, y Vital, Carlos Zapatero, en un acto en julio de 2010.T. BERRUEZO

Profundo malestar en las tres entidades

El espectáculo final de los partidos pugnando hasta el último momento por repartirse el consejo de Kutxabank ha generado un profundo malestar en la cúpula directiva de las tres entidades. Fuentes de todas ellas coinciden en que es el peor final de los posibles para alumbrar un proyecto, especialmente si es financiero.

Aun resaltando que la puesta en marcha del banco el próximo 2 de enero ya supondrá un hito, estas fuentes también coinciden en que el mensaje que se manda a la sociedad vasca, primero, y a los mercados, después, no resulta el más deseable, sobre todo cuando se está apostando por profesionalizar el Consejo de Administración de Kutxabank como una manera de despolitizar las cajas de ahorros.

Con la

fusión fría

ya cerrada desde septiembre pasado y el acuerdo social que afecta todos los trabajadores acabado y operativo, el obstáculo ha vuelto a presentarse donde habían ido encallando los diversos procesos de fusión que han intentado las tres cajas en los últimos seis años: en la política.

El deseo del PNV de disponer de mayoría absoluta en el Consejo de Administración, pero, sobre todo, en la comisión ejecutiva, el verdadero

núcleo duro

operativo de la entidad, ha abierto un sonoro enfrentamiento, sobre todo con el PSE, pero también con Bildu.

"Estamos dando una imagen lamentable", reconocía ayer a este periódico un político inmerso en las tareas de negociación. "El espectáculo es de lo peor", deploraban de su lado fuentes de una de las entidades de crédito. "Quien imaginara que en Euskadi no iba a pasar algo así es que no vive en este país", reconocía al final de la tarde el portavoz de otra de las formaciones implicadas en el debate.

Y ello cuando Kutxabank nació con un apoyo social irrepetible. Las tres asambleas respaldaron el proyecto con ratios por encima del 90%. "Que en este país pueda haber un proyecto apoyado desde Bildu hasta el PP es desgraciadamente excepcional", decia el presidente de BBK, Mario Fernández, en una entrevista con EL PAÍS el pasado mes de octubre.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_