El Consell señala a Carlos Fabra como el contratista de la escultura de Ripollés
La Consejería de Turismo, Cultura y Deporte ha reconocido que fue el presidente de la sociedad pública Aeropuerto de Castellón (Aerocas), Carlos Fabra, quien firmó el contrato con el artista Ripollés para la instalación de la escultura de bronce de 25 metros de altura. La firma se produjo en julio de 2010 "mediante los poderes notariales que posee el presidente de Aerocas para este tipo de contrataciones", explicaron desde el departamento que dirige Lola Johnson.
El encargo al pintor y escultor castellonense se efectuó un año antes.
En 2009, un "reconocido despacho de abogados elaboró a petición de Aerocas", tal y como indicaron las citadas fuentes, "un informe jurídico para determinar el método con el que se podría contratar a un artista de incuestionable prestigio, oriundo de Castellón, como Ripollés".
Con este informe, y atendiendo a las características y cuantía de la licitación (300.000 euros), se consideró que el procedimiento era el negociado sin publicidad, de acuerdo con el apartado 2.1.2 de la Ley de Contratos del Sector Público, que así lo permite "cuando por razones técnicas, artísticas o por motivos relacionados con la protección de derechos de exclusiva, el contrato sólo pueda encomendarse a un empresario determinado".La Generalitat recoge en los presupuestos para el próximo año una partida de 300.000 euros destinados a pagar íntegramente la escultura que el artista Ripollés está levantando en la rotonda de entrada del aeropuerto de Castellón. Esto, a pesar de que la adjudicación se produjo sin la debida aprobación del consejo de administración de la empresa pública Aerocas formada por la Sociedad de Proyectos Temáticos de la Generalitat (99,85%) y la Diputación de Castellón (0,15%). Desde la Consejería de Turismo alegaron que la escultura "tiene un coste muy inferior a la media de otras esculturas de aeropuertos provinciales, debido a que el artista ha renunciado a percibir ningún canon artístico y solo cubre parcialmente el coste de los materiales empleados en la obra".
La Consejería de Turismo explicó ayer que en el último consejo de administración de Aerocas del año 2009 se presentó un informe de contratación de la obra de Ripollés. Esto fue después de consultar a un gabinete de abogados en qué forma realizar la adjudicación. Los miembros del consejo pudieron ver entonces una maqueta y boceto de la obra, pero no se llevó a aprobación. "El 16 de julio de 2010 se firma con el artista mediante los poderes notariales que posee el presidente de Aerocas para este tipo de contrataciones", aseguraron las citadas fuentes.
El proceso continuó y el error no fue subsanado hasta que la Sindicatura de Comptes advirtió en su informe que esta adjudicación se produjo sin su debida aprobación y sin contar con la documentación de que el artista estaba al día de sus obligaciones tributarias y con la Seguridad Social. El consejo ratificó el contrato en septiembre de este mismo año "de acuerdo con las recomendaciones de la Sindicatura" y para "una mayor seguridad jurídica de la contratación".
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