Una actriz alauí se alza en la urbe sitiada

Apareció, el 23 de noviembre, subida en el estrado, vestida con un polo verde y con la cabeza cubierta por una kufiya. Entonaba con entusiasmo eslóganes contra el régimen de Bachar el Asad durante una manifestación en Homs, la ciudad más rebelde de Siria.

Aquellos que la vieron no daban crédito. La que se había sumado a la protesta era no solo la actriz más célebre de Siria, Fadwa Soleiman, sino que es de confesión alauí, la minoría religiosa a la que pertenece la familia El Asad, que ostenta el poder y ejerce la represión.

Nacida en Alepo, Soleiman ha sido la protagonista de numerosas obras de teatro, pero su celebridad se debe a las telenovelas en las que ha actuado, como El diario de Abu Antar o Pequeñas señoritas. Hasta octubre residía en Damasco.

"Homs es una ciudad sitiada, el número de mártires [víctimas mortales de la represión] es elevado y los carros de combate la han dividido en distritos", explicó Soleiman a la televisión Al Yazira, en la única entrevista que concedió desde la clandestinidad.

"Es más, el régimen sirio ha intentado crear tensiones sectarias [religiosas] entre la población", añadió a través de Skype con un pitillo en una mano y una taza de café en la otra. "Todas esas razones me han incitado a venir a Homs (...)", acaso la más suní de las ciudades sirias. Previamente puso a salvo a su único hijo.

"He querido decir así que los sirios son un solo pueblo". "He querido contradecir el cuento del régimen y demostrar a la gente que no hay sectarismo", añadió la actriz.

Para tratar de capturarla las fuerzas de seguridad sirias han registrado sin éxito un suburbio de Homs donde sospechaban que estaba escondida.

También presionaron a su familia y su hermano compareció ante las cámaras de la televisión Al Dunia, afín al régimen, para condenarla y explicar que Fadwa actuaba así por dinero.

Aunque es la más célebre, Soleiman no es la única figura de la minoría alauí que traicionó al régimen. La escritora Samar Yazbek se ha exiliado en París. "Si las autoridades atizan el fuego abrirán el camino hacia la guerra civil", advertía en EL PAÍS en abril.