Izagirre agrava el conflicto por la estación de autobús
Bildu propone soterrar la terminal bajo el Jardín de la Memoria
Bildu ha perdido al PP como compañero de viaje para encontrar una ubicación definitiva a la estación de autobuses de San Sebastián. Estas dos formaciones habían hecho migas para descartar su construcción en Atotxa, como había aprobado la anterior corporación, y emplazarla en el barrio de Riberas de Loiola. Sin embargo, la sociedad Bildu-PP se rompió ayer después de que el gobierno municipal presidido por Juan Karlos Izagirre hiciera pública su última propuesta: una estación soterrada bajo el Jardín de la Memoria en Riberas de Loiola.
La coalición abertzale, que gobierna con ocho de los 27 concejales, ha vuelto a quedarse solo en este asunto y pone en peligro que la futura terminal, sobre la que se viene debatiendo en San Sebastián durante más de dos décadas, pueda estar inaugurada en 2016, año de la capitalidad cultural europea. Los concejales de Movilidad y de Urbanismo, Jon Albizu y Ricardo Burutaran, respectivamente, explicaron que una estación subterránea bajo el parque en recuerdo de las víctimas, una parcela municipal, es "más barata" que la de Atotxa y garantiza la intermodalidad, entre otras ventajas.
El PP se descuelga y rechaza ahora llevar la infraestructura a Riberas de Loiola
El Ayuntamiento deberá indemnizar con 1,3 millones a las adjudicatarias
Bildu renuncia a su idea inicial de construir la estación en otro terreno de Riberas de Loiola propiedad del Gobierno vasco tras fracasar las negociaciones entre ambas instituciones por el "bloqueo impuesto" por Transportes ante la negativa de Bildu a apoyar el metro de Donostialdea y el anuncio de la Diputación guipuzcoana de que no cofinanciará esta infraestructura.
Por ello, Bildu opta definitivamente por situarla en una parcela municipal bajo el Jardín de la Memoria, abierto en marzo pasado tras una inversión de 2,7 millones de euros. Llevar adelante el proyecto supondría rehacer íntegramente este espacio de esparcimiento.
La terminal costaría 26,8 millones de euros, dos millones menos que la de Atotxa. Sin embargo, el Ayuntamiento va a aprobar este próximo viernes la rescisión del contrato con las empresas adjudicatarias de las obras de la estación prevista en Atotxa. La indemnización ascenderá a 1,3 millones, según ha podido saber EL PAÍS. El coste de la reconstrucción del Jardín de la Memoria y el pago de esta penalización desmontan el argumento de Bildu sobre el abaratamiento del proyecto de Riberas de Loiola.
Albizu explicó que la estación tendría 23 dársenas, frente a las 29 de Atotxa, y dos plantas menos de aparcamiento. El edil subrayó que el proyecto "garantiza la intermodalidad total" y "respeta absolutamente la entrada futura del tren de alta velocidad, independientemente de que llegue o no a Donostia".
El planteamiento de Bildu fue rechazado por los tres partidos de la oposición. El portavoz popular Ramón Gómez Ugaldse, hasta ahora socio de Bildu en este tema, anunció que su partido no apoya la propuesta del equipo de gobierno porque "no reúne las condiciones de intermodalidad previstas" al rechazar Bildu el metro de Donostialdea. Ubicar la terminal bajo el Jardín de la Memoria solo crea "más incertidumbres, retrasos y dudas", manifestó.
Gómez quiso precisar que condicionó su apoyo inicial al emplazamiento de Riberas de Loiola a que la estación se construyera en terrenos del Gobierno vasco, permitiera la intermodalidad y, además, el equipo de Izagirre apoyase el metro.
El portavoz local socialista y viceconsejero de Transportes, Ernesto Gasco, indicó que la propuesta de Bildu es "el anuncio de un fracaso" y confió en que "no lo sea" también para la ciudad. Gasco, que calificó de "esperpéntico" el plan de Izagirre, aclaró que "sin metro no habrá intercambiador" en Riberas, por lo que "a día de hoy la estación posible es la de Atotxa".
El concejal del PNV Iñaki Gurrutxaga lamentó que el proyecto de la terminal de autobuses siga generando "más incertidumbre" con un nuevo cambio de localización. Y advirtió de que el nuevo proyecto "no cuenta con el suficiente apoyo político". Este partido se opone a esta opción porque genera muchas "incógnitas", según Gurrutxaga, quien anunció que el PNV "no se va a mover de Atotxa". Sugirió que Bildu pretende que la estación de autobuses no se vea "contaminada" por el AVE vasco.
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