Feijóo promete defender ante Rajoy el AVE y la pervivencia de Novagalicia

Después de casi tres años ejerciendo de ariete contra el Gobierno de Zapatero, había expectación por comprobar la actitud del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, hacia el nuevo Ejecutivo de Rajoy. En la sesión parlamentaria de control, la oposición le pidió ayer que se pronunciara, y Feijóo avanzó sus primeras peticiones. Reclamará "un trato justo" para Galicia y aseguró que no dará "ni un paso atrás" en la defensa de los sectores estratégicos para la comunidad autónoma, entre los que citó el sector naval, el lácteo y el pesquero.

La afirmación de Feijóo se produce después de que antiguas exigencias de la Xunta al Gobierno socialista derivaran en titubeos, en las semanas que precedieron a la toma de posesión de Rajoy. Es el caso del aplazamiento de la deuda con el Estado por el dinero ingresado de más en 2008 y 2009, de unos 2.000 millones en el caso de Galicia, prometido por el nuevo presidente en la campaña electoral y ahora aplazado hasta conocer la situación presupuestaria. Algo semejante ocurre con el AVE, cuya puesta en funcionamiento estaba prevista para finales de 2015 y que Feijóo ya acepta en 2018 en el mejor de los casos.

Acepta la propuesta del PSOE de buscar un pacto de servicios básicos

Comprobado que la oposición le atacaba por ese flanco, el presidente se esforzó en no aparecer como "mayordomo de La Moncloa", como le definió el portavoz del BNG, Carlos Aymerich, y afiló su tono reivindicativo, para concluir que exigirá al Gobierno de Rajoy lo mismo que al de Zapatero. "No somos más que nadie, pero tampoco somos menos que nadie y trabajaremos con la misma lealtad que hasta ahora", sentenció Feijóo, que anunció una postura de "realismo, firmeza y lealtad" con el nuevo Gobierno. "Trabajaremos con la misma firmeza y lealtad con la que recurrimos decisiones que perjudican a Galicia, como recurrimos el reparto injusto del sistema de financiación e instando a que se mantenga una entidad financiera gallega", señaló.

En la respuesta al presidente del grupo socialista, Pachi Vázquez, reiteró Feijóo su compromiso con el AVE, aunque ya sin avanzar fechas y contrastando a la ministra de Fomento con la socialista Magdalena Álvarez. "Algo hemos ganado", afirmó el presidente, que eludió citar a José Blanco. "Sabe que nuestros compromisos no mudaron, ahora veremos si los del Gobierno sí cambian", afirmó.

Feijóo y Vázquez debatieron en el mismo tono agrio que caracteriza los cara a cara del presidente con los representantes de la oposición, lo que no impidió que alcanzasen un ambiguo acuerdo para negociar un pacto por los servicios básicos. El presidente de la Xunta recogía así una propuesta formulada por el secretario general del PSdeG, que abogó por consensuar entre las tres fuerzas políticas parlamentarias el blindaje de los servicios sanitarios, educativos y sociales.

Vázquez formuló esta petición después de subrayar los sucesivos recortes en Sanidad en los presupuestos de la Xunta, que consideró que se agravarán cuando Rajoy reduzca el gasto en un mínimo de 16.500 millones de euros. El líder socialista reprochó la "ambigüedad calculada" de Feijóo, con declaraciones que "no se ven en los Presupuestos". El presidente de la Xunta aceptó la propuesta, pero consideró que los servicios sociales en Galicia "ya están blindados" y acusó a Vázquez de "meter miedo" a los ciudadanos.