Ana Botella será alcaldesa el día 27
Cobo sustituye a Gallardón cinco días tras su renuncia para ser ministro - El pleno nombrará regidora el martes a la concejal de Medio Ambiente - IU augura más cambios y confía en que no "paralicen" el Ayuntamiento
"He aprendido a desmitificar a las personas que encarnan el poder. Al final, creo que la gente es mucho más normal de lo que suponemos", decía Ana Botella en 2001. Por entonces, era tan solo la mujer del presidente del Gobierno, José María Aznar (1996- 2004). El próximo martes, será además la alcaldesa de Madrid, la primera que tiene la ciudad en los dos siglos de los que se guarda registro, según Efe.
Alberto Ruiz-Gallardón, elegido el pasado 22 de mayo para su tercer mandato como regidor por mayoría absoluta, presentó a las ocho de la mañana de ayer su renuncia al cargo ante el Registro del Ayuntamiento. Apenas tres horas después, juraba su cargo como ministro de Justicia ante el Rey en el Palacio de la Zarzuela. Mientras, a 10 kilómetros de distancia, su silla quedaba vacía en el doble pleno celebrado en otro palacio, el de Cibeles. Allí, el vicealcalde, Manuel Cobo, cubría su puesto con evidente incomodidad, hasta el punto de pedir a la oposición que retirara las preguntas dirigidas a Gallardón en la sesión de control que inaugura las sesiones plenarias de esta legislatura (solo el Partido Socialista lo hizo). Como primer teniente de alcalde, Cobo es el regente del interregno entre Gallardón y su sucesora. Según anunció ayer, no se apurarán los 10 días de límite legal: el próximo martes, 27, se celebrará un pleno ordinario para que Botella asuma la Alcaldía.
"No tiene el talante de Gallardón", señaló ayer Jaime Lissavetzky
Es la candidata oficial porque concurrió a las elecciones como número dos de la lista por voluntad del alcalde. "Es la mejor de todos nosotros", zanjó hace unas semanas el propio Cobo. Hoy, el vicealcalde ha despedido a su amigo del alma, con el que lleva trabajando dos décadas. Primero, ante los periodistas que le aguardaban a las puertas del pleno: "Siente una gran alegría, es un reto muy importante y sabe que tiene por delante una labor compleja, pero que sacará adelante, (...) Hará un gran trabajo, como siempre".
Luego, durante la sesión, volvió a desearle escuetamente "lo mejor". Antes de que se aprobara por unanimidad la toma en consideración de la renuncia del alcalde por la vía urgente, quiso tomar la palabra el portavoz municipal socialista, Jaime Lissavetzky, que también cultiva una amistad de mucho recorrido con Gallardón: "Más allá de las discrepancias políticas lógicas, tengo una relación larga e intensa, y quisiera desearle la mejor de las suertes, que será buena suerte para todos". En parecidos términos coincidieron los portavoces de IU, Ángel Pérez, y de UPyD, David Ortega.
Botella, que evitó hacer declaraciones a los medios, concita mayor escepticismo entre la oposición. "Habrá que esperar a ver qué plantea", dijo Lissavetzky. Por la noche, en la Cadena Ser,añadió: "No tiene el talante de Gallardón". Ortega deseó que lo haga "mejor" que como concejala de Medio Ambiente y Movilidad. Pérez reseñó que tanto el uno como la otra "son del mismo partido", de forma que la nueva alcaldesa, en su opinión, "no se va a salir del guion y va a hacer la misma política". Añadió un augurio y un deseo: "Va a haber más cambios en el Ayuntamiento y en el Gobierno municipal. (...) Espero que esta sucesión de ceses y nombramientos no signifique una paralización".
Botella no dijo ayer ni mú, ni sobre sus planes políticos ni sobre posibles cambios en el Ejecutivo local. Queda por ver si Gallardón u otro ministro ficha a algún edil para sus equipos (serían sustituidos por los suplentes de la lista del PP). Luego, la nueva alcaldesa podrá refrendar o cambiar a los miembros del actual Gobierno que queden. Si es que alguno se va: si hubiera que apostar por alguien, serían el propio Cobo y el concejal de Hacienda, Juan Bravo).
Lo que no podrá elegir, como mucho redirigir, será su presupuesto para 2012, aprobado ayer en pleno extraordinario. Pero, tras mantener una discreción exquisita cuando aún solo era alcaldesa in pectore, ahora le toca empezar a decidir, "un proceso doloroso", según afirmó en una entrevista en 2002. Un año antes, dejó dicho también: "Lo del estrés depende de cómo vive cada uno las situaciones. Las cosas, al final, siempre se hacen una detrás de otra y cada uno debe establecer su orden de prioridades". La ciudad aguarda.
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