Televisión caníbal

La televisión pública holandesa pretendió romper anoche uno de los tabúes sociales más arraigados: el canibalismo. La cadena BNN, especializada en producciones polémicas, filmó a sus presentadores Valerio Zeno y Dennis Storm comiendo un pedazo de carne humana en la serie titulada Conejillos de Indias. En medio de una especie de juego del desconcierto, BNN lanzó un comunicado poco antes del programa anunciando a través de la agencia de noticias United Press International que era un fraude y no se trataba en realidad de carne humana. Habían engañado a todos, dijeron, para alertar sobre la falta de donantes en Holanda, como ya hicieron en 2007 con una enferma de riñón.

Sin embargo, el ciclo del desconcierto se cerró al final de la emisión del programa, en el que, a diferencia del de 2007, no dijeron nada de ningún engaño. Así, la duda quedo en el aire cuando los presentadores se despidieron enseñando sendas cicatrices,

El canal público BNN buscaba concienciar sobre "la donación de órganos"

Antes, se había visto cómo los supuestos caníbales por un día aceptaban acudir al cirujano para que les extrajera un trozo de carne. A Storm le habrían cortado en el trasero y a Zeno, el abdomen. Las cámaras siguieron a ambos hasta el quirófano donde supuestamente se iba a realizar la operación. Incluso, se hicieron guiños legales: mientras BNN insistía en que el pacto fue voluntario y entre adultos, Gerard Sprong, un abogado que tenía que dar fe de los hechos, señaló que podrían acabar ante los jueces porque la operación no era necesaria. Al final, unas porciones de carne fueron introducidas en una bolsa de congelar y conservadas para su posterior uso.

Ya en el plató, el programa cambió de registro. De la supuesta telerrealidad médica, se pasó al escenario propio de las emisiones culinarias. Separados por un chef, los presentadores examinaron a fondo las muestras de carne. "¿Queréis olerlas?", dijo el cocinero. "Huele a carne cruda", comentó Valerio. "Así es", contestó Dennis. A continuación, la carne fue echada a una sartén previamente calentada. "Espera un segundo. Disfrútalo antes de comerlo", le pidió uno de los presentadores al otro. Y eso hizo. "Resulta extraño mirar a los ojos de un amigo cuando estás masticando su vientre", dijo Storm. Después añadió que la carne humana sabe como cualquier otra. Como no querían camuflarla, pidieron que no estuviera condimentada. Durante toda la emisión, dos azafatas acompañaron desde unas escaleras al trío en cuestión. El público pasó de la sorpresa a contener la respiración y, al final, casi al grito cuando llegó el momento del ágape.

Fundada en 1997, BNN es una de las cadenas más jóvenes de Holanda. Su intención es concienciar a la ciudadanía a través de emisiones chocantes. Produce programas que denuncian, por ejemplo, las barreras impuestas a los discapacitados. Con los donantes de riñón, engañaron a todo el país. Entonces, el aplauso superó a las críticas porque aumentó la cifra general de donantes de órganos. La serie Conejos de Indias suele hacerse preguntas absurdas que derivan en programas delirantes. Con la carne humana la polémica está siendo mayor. Antes de la emisióm, las redes sociales dieron, unánimes, su respuesta: parecía un ejercicio macabro.