"Perdimos por dejar la izquierda"

El comité regional del PSM escuchará hoy un anticipo de la posición que su secretario general, Tomás Gómez, defenderá con vistas al 38º Congreso del PSOE de febrero. En este comité, Gómez tratará de convencer a su federación de los cambios profundos que debe experimentar el PSOE para recuperar la confianza de los ciudadanos tras la debacle electoral. En primer lugar, y antes de hablar de personas para liderar el partido, Gómez considera que el PSOE necesita "un nuevo programa político que recupere el perfil reformista, que actualice la lucha por la igualdad y afirme la democracia frente al poder de los mercados". Esto será el eje central de su intervención, según fuentes de su entorno que han explicado a EL PAÍS el contenido de su mensaje.

Gómez señalará que, aunque las causas de la derrota sean diversas, todas tienen como común denominador "el giro que da el Gobierno en mayo de 2010". A su juicio, cuando Zapatero tomó medidas de ajuste "se perdieron las elecciones".

En esta reunión del máximo órgano de los socialistas madrileños habrá ocasión de conocer si la mayoría comparte el convencimiento de Gómez de que los males del PSOE vienen por su alejamiento de políticas progresistas o si se alzan voces disidentes. La federación quedó dividida desde las primarias en las que Gómez desbancó a Trinidad Jiménez por un estrecho margen y empiezan los movimientos para armar una posible oposición al líder.

Frente a los que proclaman que el desastre electoral certifica el fracaso de las políticas socialdemócratas, Gómez discrepa absolutamente: "La debacle que hemos sufrido es la consecuencia de haber aplicado medidas que nada tienen que ver con la socialdemocracia y sí con las recetas diseñadas e impuestas por los conservadores alemanes y franceses". En el entorno del líder del PSM se asegura que mostrará su preocupación por la hegemonía en Europa de los conservadores, lo que conlleva que las recetas contra la crisis son de ese color. En España y en el resto de los países de la zona euro se produce un reparto injusto de los costes de la crisis, sin que el Partido de los Socialistas Europeos haya tenido una voz fuerte y clara que sirviera de contrapeso, defenderá Gómez.

Del pensamiento y discurso de Gómez se desprende con reiteración su rechazo a admitir que solo hay una política posible como parece deducirse de las cumbres europeas e incluso de la armonía que ahora exhiben el presidente del Gobierno de España saliente y el entrante. "El congreso del partido debe abordar su rearme ideológico, su modernización y el asentamiento de un nuevo modelo de partido. En mayo de 2010 estalló la desafección hacia el PSOE, pero los males vienen de antes y tienen causas más profundas", aseguran que dirá hoy Tomás Gómez ante su organización.

En este cónclave, aunque tratará de hablar sobre todo de ideas, sí dedicará un apartado a la modernización del partido. No será nueva su petición de que los secretarios generales sean elegidos por todos los militantes y no como ocurre actualmente que se les designa a través de delegados, previamente votados por la militancia. Este planteamiento lo hizo Gómez en el comité federal hace tres semanas pero no tuvo eco, a excepción de los miembros de la corriente Izquierda Socialista.

Pero insistirá. También llevará la propuesta de elegir al candidato a la presidencia del Gobierno a la manera de los socialistas franceses, que abren sus urnas no solo a sus militantes sino también a los simpatizantes previamente censados. Su última recomendación para el congreso federal de febrero será que no se centren exclusivamente en un debate sobre personas. "Primero hay que decidir entre todos el rumbo del partido y después elegir al mejor piloto para ese nuevo rumbo", proponen en su entorno. En el comité se deciden también las fechas para el congreso donde deben elegirse los delegados madrileños que proclamarán al sustituto de Zapatero y para el cónclave regional en el que Gómez se somete al escrutinio madrileño.