El Madrid vuelve a ser un peso pesado
El equipo madridista arrolla de nuevo al Sevilla con Casillas, Di María y Cristiano como principales estrellas
Sin el Barça enfrente, el Madrid volvió a sacar los cañones, con Di María de visionario, Cristiano con el hacha y Casillas con guantes imantados. Todo un repertorio para fumigar al Sevilla, que se llevó otra paliza, y van dos 2-6 seguidos. Como tantas otras veces, el Madrid no necesitó mecer el partido, gobernarlo si quiera. Le bastó el mazo. Golpe a golpe tumbó al Sevilla, que con el encuentro abierto tuvo a tiro al Madrid. Se interpuso Iker, que tiene ángel en el Sánchez Pizjuán. Si el 4 de octubre de 2009 dejó para el fútbol de autor una parada inolvidable, marciana, ante Perotti, anoche selló otro episodio de su magistral carrera. Con 0-1, Manu del Moral remató a un dedo del gol. Casillas, con muelles en los gemelos y dos pértigas por brazos, planeó sobre la línea de meta. De forma increíble, desvió el balón al poste. Minutos después, estiró la palma derecha para evitar la diana de Trochowski, que ejecutó desde fuera del área un disparo raso y contundente. A cada asalto andaluz, sobre todo por el peaje de Navas y a balón parado, respondió el equipo visitante con un directo a la mandíbula. En ese plan, el Madrid es un peso pesado.
SEVILLA 2 - REAL MADRID 6
Sevilla: Varas; Cáceres, Fazio, Spahic, Navarro (Armenteros, m. 76); Medel, Trochowski (Kanouté, m. 46); Navas, Rakitic (Campaña, m. 68), Manu; y Negredo. No utilizados: Rico; Coke, Escudé y Luna.
Real Madrid: Casillas; Arbeloa, Ramos, Pepe, Marcelo; Xabi Alonso, Lass; Callejón (Albiol, m. 45), Di María (Khedira, m. 66), Cristiano; y Benzema (Altintop, m. 87). No utilizados: Adán, Kaká, Özil e Higuaín.
Goles: 0-1. M. 9. Di María lanza un pase en profundidad y Cristiano remata en el área. 0-2. M. 36. Callejón, tras asistencia de Di María. 0-3. M. 40. Trallazo de Cristiano. 0-4. M. 65. Di María. 1-4. M. 69. Navas. 1-5. M. 86. Cristiano, de penalti. 1-6. M. 89. Altintop. 2-6. M. 90. Negredo.
Árbitro: Clos Gómez. Amonestó a Ramos, Marcelo, Arbeloa, Rakitic, Medel, Lass, Kanouté. Expulsó por doble amarilla a Pepe (m. 44) y con roja directa a Del Moral (m. 72).
35.000 espectadores en el Sánchez Pizjuán.
"Esto es para tapar la boca a los que me critican, para los que no entienden", dijo CR
Extraviado Özil, aún en tránsito Sahin y a la vista de los paréntesis de Kaká, Mourinho recurrió a Callejón, que se situó en la derecha y desplazó al centro a Di María. Una decisión con sentido. Callejón ha dejado pistas siempre que ha tenido escena y Di María es el mejor asistente del equipo, tiene luces y no es descabellada su mutación del costado al eje, donde suelen habitar los grandes pasadores. Y el argentino lo es. Lleva una docena de asistencias de gol, las dos últimas en Nervión. En la primera se retrató el Madrid más arquitectónico. Xabi Alonso activó a Di María con un servicio a la velocidad justa, suficiente para que Medel, el tapón sevillista, no llegara como interruptor. Di María, sin pausa, puso a Cristiano frente al gol con un toque con el empeine exterior a espaldas de Spahic, de exposición. Ronaldo definió como Ronaldo, con mayúsculas.
La ventaja madridista no alteró el guion del choque. Planteado como un duelo sin centrocampismo, unos y otros se citaron en las áreas. Unos y otros siempre con prisas, nada de conceder al adversario un robo improcedente. Y a la carrera, pocos como el Madrid, con dinamiteros de alta graduación y sostenes de la jerarquía de Casillas y Sergio Ramos. Otra cosa es Pepe, que juega con los cables cruzados y no se contiene. Con 0-3, una amarilla en su hoja de servicios y la posición ganada ante Negredo, sacó el brazo como un aspa ante Negredo. Mou recurrió a Albiol en detrimento de Callejón, que había estado en su papel: un gol y más de una huella. Su tanto, por supuesto, asistido por Di María. Callejón tiene preferencia por las diagonales, es un futbolista que vive de desmarque y desmarque, no hay radar defensivo para gente así. Del tercer tanto se ocupó solo CR, que cargó la pierna derecha con plomo desde el balcón del área e hizo inútil el vuelo de Varas. En un tiempo, sin geometría alguna, el Madrid tenía el partido empinado. De nada le había servido al Sevilla su alto voltaje inicial. Su pegada no es la misma y todavía es un equipo que se busca en el espejo de Juande Ramos; pero el cesto es otro.
Rebajado sin Pepe, el Madrid fue el mismo, firme delante de Casillas y a toda pastilla en dirección a Varas. No se inmutó, pese a la superioridad de Navas ante Marcelo. Con Kanoutè en el campo, el Madrid mantuvo el mismo andamio. El Sevilla quiso volar más alto, pero se llevó otro azote, en realidad los mismos que en el primer acto. De nuevo Casillas le impidió entrar en el partido y al primer descuido, Benzema, otro ariete de mentira, enchufó a Di María, que puso el broche a su actuación con una definición soberbia ante el portero local. Este argentino tiene una chistera en su pie izquierdo. Si con el exterior del empeine dio el primer gol a CR, con el mismo hueso superó a Varas. Ni en superioridad pudo el Sevilla contener al Madrid. El gol de Navas fue un espejismo. Expulsado Manu del Moral, Cristiano le acribilló por quinta vez tras un penalti de Fazio a Benzema. Y faltaba el más inesperado, Altintop, autor del sexto. Una zurra considerable para el Sevilla, la segunda consecutiva tras el 2-6 del pasado curso. Aquel día, Ronaldo hizo bingo cuatro veces. Ayer se quedó en tres, suficiente para que la Navidad sea blanca, el equipo, sin el Barça por el medio, vuelva a ser una apisonadora, y CR cabalgue de nuevo. "Esto es para tapar la boca a los que me critican", sentenció el portugués, rabioso "con los que no entienden de fútbol". Él entiende de fútbol, Messi, también.
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