El PSC da un revolcón a Montilla

Después de 17 años al frente de la dirección de los socialistas catalanes, José Montilla se despidió ayer como primer secretario del PSC con un discurso en el que admitió sin reparos que el partido "ha tocado fondo" y sin escatimar autocríticas. Seguramente por convencimiento personal, pero también para evitar que la votación sea un castigo más duro del esperado a su informe de gestión que, por primera vez en la historia del PSC, se votó de manera secreta. Ello no impidió que Montilla recogiera solo un 64,5% de apoyos, frente a un 22% de votos contrarios y un 13% de abstenciones. En los dos anteriores congresos, el expresidente de la Generalitat había logrado un 100% de votos afirmativos.

La marcha de Montilla, anunciada la noche del 28 de noviembre de 2010, cuando el PSC perdió las elecciones autonómicas, deja paso a un nuevo liderazgo de los socialistas catalanes en la persona de Pere Navarro, de 52 años, alcalde de la localidad barcelonesa de Terrassa. La votación se producirá esta mañana, pero nadie duda de que Navarro se impondrá a los otros dos candidatos a liderar el PSC. Es la primera vez que no hay un solo aspirante en los 33 años de historia del partido y también la primera en la que se votará ese cargo y después se volverá a someter a votación la nueva ejecutiva.

En su informe de gestión, Montilla repasó las sucesivas derrotas electorales sufridas por el PSC (autonómicas, municipales y generales), que atribuyó a una "pérdida de credibilidad del proyecto socialista" y a la incapacidad para detectar a tiempo que la ciudadanía les estaba volviendo la espalda. No es solo culpa de la crisis, dijo Montilla. Con todo, sí recordó que siendo presidente de la Generalitat, entre 2006 y 2010, su Gobierno adoptó medidas para combatir los efectos de la crisis "mientras otros la negaban y hablaban de recesión", dijo, en referencia a José Luis Rodríguez Zapatero. "Soy el máximo responsable del fracaso", dijo Montilla, quien en otro momento calificó las tres derrotas electorales (en las municipales, las autonómicas y las generales) como una "factura excesiva e injusta".

La primera secretaría del partido recaerá hoy con toda probabilidad en Pere Navarro, que ha sido arropado por el aparato y las grandes federaciones. De los cuatro candidatos que pugnaban inicialmente por el puesto, uno, Miquel Iceta, mano derecha de Montilla, se retiró el pasado jueves y dio su apoyo a Navarro. Los otros dos, Àngel Ros y Joan Ignasi Elena, seguían midiendo ayer sus fuerzas, pero ya no para encabezar el partido, sino para conseguir un puesto relevante en la ejecutiva para los sectores más catalanistas que representan.

Ros estudia retirarse

En el caso de Ros, su objetivo real es quedar bien posicionado para presentarse a las elecciones primarias que el partido celebrará para escoger su candidato a la Generalitat. Aunque logró los avales necesarios para presentarse (10% de los delegados), Ros estudiaba anoche la posibilidad de retirarse y dejar que el único rival de Navarro en la votación de hoy sea Joan Ignasi Elena. Ello evitaría visualizar la debilidad orgánica de Ros y mantenerle vivo como candidato en el futuro.

Lo que está claro es que la dirección que salga del PSC incluirá todas las sensibilidades. Todos los candidatos han dicho que gane quien gane los otros tendrán abiertas las puertas de la ejecutiva, aunque lógicamente el núcleo duro estará formado por el ganador y los suyos.