El otro salón del cómic

Komikirun se creó por el efecto bola de nieve. Hará unos 10 años, explica el dibujante e impulsor de la iniciativa, Jorge Madejón, se comenzaron a organizar unos talleres sobre historietas en el Gaztelekua Martindozena de Irún. Luego vinieron las exposiciones, las jornadas y las charlas y por último, ¿por qué no?, un salón del cómic. El evento, que acaba de cumplir su cuarta edición, se celebró el pasado fin de semana en el recinto ferial Ficoba de la localidad fronteriza, "con muy buen éxito", señala su responsable. Atrajo a más de 3.000 personas, una cifra ligeramente superior a la del año pasado.

Komikirun decidió esta vez escalar un peldaño más y organizar un evento de carácter transfronterizo. La organización ha impulsado una serie de actividades con localidades francesas como Anglet y Hendaya, y cuyo resultado han podido observar los asistentes. Entre ellos figuraba una exposición con los trabajos que los alumnos de los talleres de cómic de Irún y sus colegas de Anglet realizaron sobre la misma temática: ciencia ficción, fantasía, manga, superhéroes y terror.

La muestra nació tras el éxito de unos talleres organizados por Gaztelekua

El salón ha contado con 12 puestos de venta de ejemplares y otros productos

Otros detalles de la presente edición han empujado a Komikirun a su consolidación. La celebración en Ficoba le otorga una cierta estabilidad y ha contado con un total de 12 puestos de venta de cómics y otros productos relacionados, así como espacio para la celebración de charlas, firma de ejemplares, celebración de juegos y proyecciones.

"La verdad es que estamos contentísimos. Este año además partíamos con una desventaja, que era que solemos celebrar la cita durante el puente, y ha empezado el viernes, un día laboral. Aun así ha tenido muy buena respuesta por parte del público", aclara el responsable de Komikirun, como el que ha visto un sueño hecho realidad. "Siempre lo comentamos: ojalá tuviéramos aquí un Salón del Cómic. Vimos que el público lo demandaba, y fue un paso natural", añade.

A Madejón no parece preocuparle representar a la cita menor del cómic en el País Vasco. Tampoco considera que el Salón del Cómic de Getxo suponga una amenaza, sino todo lo contrario. "Nunca hemos colaborado, la verdad, pero estoy seguro de que lo haremos en un futuro. Además, recuerdo que cuando arrancamos nos llamaron para asesorarnos", apostilla. "Aunque estemos a unos 150 kilómetros" y las celebraciones de ambos no se distancien mucho en el tiempo, "hay aficionados de sobra", continúa.

La cita se cerró ayer con lo que se puede considerar una de las actividades más significativas y queridas por los asistentes: el concurso de preguntas. "Es una especie de Trivial en el que la gente demuestra sus conocimientos sobre el mundo del cómic. Es algo que nunca me pierdo", confiesa Madejón.