Cae un clan que traía mujeres de Rumanía para prostituirlas

El clan de Los Lalai seleccionaba con esmero a sus víctimas. Antes de ofrecerles un falso trabajo de bailarinas o camareras, estudiaba bien el perfil de cada mujer: su formación, su carácter, si tenían cargas familiares y si vivían en un entorno de pobreza. Se trataba de escoger a las más dóciles, para llevarlas desde Rumanía a España, y una vez en la Costa del Sol, explotarlas sexualmente con el mínimo de incidentes posible.

El Cuerpo Nacional de Policía ha desarticulado en Málaga a este grupo criminal que supuestamente captaba y obligaba a prostituirse a mujeres rumanas en el polígono del Guadalhorce de Málaga. Los agentes han arrestado a 12 personas, uno de ellos menor de edad. La mayoría es originiaria de la ciudad costera de Mangalia (Rumanía). Nueve de ellos han ingresado en prisión preventiva.

La operación, bautizada Pinsapo, ha permitido que seis de estas mujeres recobren la libertad. La organización ejercía un férreo control sobre ellas. Según los investigadores, las obligaban a prostituirse maltratándolas y sometiéndolas a agresiones sexuales. Les marcaban las tarifas que tenían que cobrar a los clientes, las zonas en las que ejercer y los domicilios en los que vivir.

Las pesquisas han durado casi un año. Los agentes supieron que esta organización se había asentado en el polígono de Málaga, pero adoptaban fuertes medidas de seguridad y tenían amenazadas a sus víctimas, algo que dificultaba enormememente conocer su funcionamiento.

Los agentes han registrado cinco domicilios en Benalmádena y Torremolinos, donde se ha intervenido dinero y numerosa documentación que acredita sus actividades delictivas.

Diez de los arrestados son de origen rumano. Los otros dos son de nacionalidad española y colombiana. Se les imputan delitos de asociación criminal para la trata de seres humanos, amenazas, delitos de lesiones y agresión sexual.