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La Sinfónica se crece ante la belleza de la obra de Strauss

La Orquesta Sinfónica de Galicia (OSG) hizo el viernes en el Palacio de la Ópera una gran versión de Muerte y transfiguración, de Richard Strauss, dirigida por Víctor Pablo Pérez. Desde los compases iniciales, la OSG creó un clima sonoro a medio camino entre la serenidad y la tensión, verdaderamente adecuado al tema del poema sinfónico straussiano: la muerte del protagonista y el paso por su memoria de sus recuerdos vitales. El desarrollo de estos temas reflejó el contraste de alegría y sufrimiento con gran solvencia y una muy positiva sensación de fluidez, de esa facilidad aparente que solo se logra con el más completo dominio técnico y artístico de la obra. A lo largo de su interpretación se sucedieron notables intervenciones a cargo de los solistas de la Sinfónica: flauta, violín, clarinete, fagot y alguno de oboe, verdaderamente extraordinario, de Casey Hill.

Con apenas treinta años, la violinista Sarah Chang es desde hace tiempo una figura de su instrumento consagrada internacionalmente. Se mueve en el escenario con una naturalidad pasmosa y mostró su continuo crecimiento artístico, que hizo patente con una sentida y expresiva interpretación del Concierto para violín de Bruch. Su sonido va de la mayor calidez al brillo más deslumbrante y su mecanismo es realmente impecable en los pasajes virtuosísticos. Solo se le podría pedir más regularidad en su afinación, aspecto en el que a lo largo de su interpretación tuvo más de un fallo.

El dinosaurio

Probablemente no habrá influido en esto; pero, parafraseando a Monterroso, podemos afirmar que "cuando acabó, el fotógrafo todavía estaba allí". Junto a las trompetas, como la semana pasada entre la percusión frente a López Cobos, un fotógrafo no paró de disparar su cámara; curioso, como poco.

En su última obra, Nubens, Xan Viaño crea un hermosísimo ambiente sonoro a través de su empleo de una armonía un tanto personal y un complidado pero muy bello diseño melódico, con un cierto aroma a Barber. La interpretación de la OSG, soberbia. As odaliscas, de Gregorio Baudot, es una obra nada pretenciosa que refleja a las claras su condición de director de banda militar. Su sonoridad en los tutti y su tratamiento de melodías y solos crea un agradable ambiente de mañana de domingo en el parque, junto al kiosco de la música.

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