"Manzano tenía algo personal contra mí"
José María Movilla (Madrid, 1975) cumplió el sábado pasado ante el Valencia 100 partidos con la camiseta del Rayo Vallecano. Llegará a 102 mañana contra el Atlético (12.00), uno de los cinco equipos con los que ha pisado los campos de Primera, y con el que consiguió el ascenso a Primera en 2002. Hizo lo mismo con la camiseta franjirroja el año pasado, lo que le permitió empezar otra aventura en la élite a los 36 años. Un largo camino desde que, a los 20, estuvo a punto de dejar el fútbol por una lesión y se buscó la vida con trabajos humildes: barrendero, camarero y repartidor de Telepizza.
Pregunta. ¿Cuánto tiempo piensa jugar aún?
Respuesta. Hasta que me dejen. El fútbol me apasiona, disfruto al máximo y me siento un privilegiado. Y aquí en el Rayo, por veteranía, me siento un poco responsable del grupo.
"Este club, que representa a un barrio, habría desaparecido de no subir a primera"
P. Sandoval contaba el año pasado que no iba a tener dudas sobre un jugador que le decía: "Voy a estar al 100% porque quiero que mi hijo me vea jugar en Primera". ¿Ahora su hijo le pide las camisetas de sus rivales?
R. Cada partido tiene una lista. Ya le conseguí la de Cristiano y el martes traje la de Messi a él y la de Villa a Irene, la pequeña. No pueden quejarse.
P. También dijo Sandoval que Movilla le había enseñado mucho. ¿Usted qué aprendió?
R. La creencia por el trabajo, la convicción de que todo es posible. El míster no tiene límites y va a dar que hablar en el fútbol.
P. No tuvo la misma sintonía con Manzano en el Atlético.
R. Nunca llegué a congeniar con él. Tomó la decisión de prescindir de mí y yo tuve que acatarla y seguir trabajando. Después, me he enfrentado a él con varios equipos y es algo que se queda en el pasado.
P. ¿Nunca volvió a hablar con él?
R. Nunca.
P. Declaró que aquellos meses sin jugar en el Atlético fueron los peores de su carrera. ¿Después del año sin cobrar con el Rayo, piensa lo mismo?
R. Fueron dos situaciones totalmente diferentes. Lo del Atlético me afectó en lo deportivo, porque llevaba una buena trayectoria con el club. Había conseguido el ascenso y disputado una buena temporada en Primera, y de repente me veo apartado. Echas de menos jugar, te sientes mal e intentas aferrarte al trabajo diario, pero el trabajo diario, evidentemente, no era suficiente. Él [Manzano] tenía algo personal contra mí. Una situación que no se tenía que haber enquistado nunca. Tuve que demostrar en otro sitio que valía para esto.
P. ¿Y no se le quedó la desazón de no haber podido seguir con el equipo del que siempre fue aficionado?
R. No, porque tuve la sensación de haber dado todo lo posible y, además, había empezado una nueva etapa con el Zaragoza. Tuve la posibilidad de volver el verano siguiente, cuando Manzano ya se había ido, pero el Zaragoza me había relanzado, había ganado una Copa del Rey, tenía aspiraciones en Europa. Forcé yo mi salida.
P. ¿Ve analogías con lo que le está pasando a Reyes?
R. Se puede parecer en que la afición del Atlético ve que el equipo no rinde y reclama a quien lo estaba haciendo bien el año anterior. Y se ha dado la paradoja de que esto ha pasado otra vez con Manzano al mando. Pero la salida de tono que tuvo Reyes yo no la tuve en ningún momento. Siempre actué con el máximo respeto.
P. ¿Sigue siendo del Atlético?
R. Siempre. No tuve la fortuna de jugar con los juveniles del Atlético, y al contrario, estuve con los del Madrid. El fútbol da muchas vueltas. Tuve la suerte de llegar al Rayo, que tiene una afición impagable.
P. Para usted la del Atlético era la mejor de España. ¿Sigue de la misma opinión?
R. Tienen mucho en común. Se vuelcan con su equipo en cualquier situación. Los del Atlético se quedaron cerca cuando el club bajó a Segunda y los del Rayo han vivido entusiasmados también los años en Segunda B. Incluso el curso pasado, cuando todo estaba descuadrado.
P. Ahora, con el equipo en Primera, ¿valoran más ese curso?
R. También mientras lo vivíamos lo valorábamos. La grandeza de estos jugadores y del entrenador ha sido dar la viabilidad a un club, que representa a un barrio entero, que podía desaparecer. Que habría desaparecido si no hubiésemos ascendido. Creo que la afición nos reconoce esto: el sacrificio para que el club no se hundiese. Y espera de la dirección del Rayo la misma actitud.
P. Al principio de la temporada, la nueva directiva dijo que había que volver a negociar algunos contratos. Entre ellos, el suyo.
R. Hay algunos jugadores que aún no lo tienen arreglado. Pero hay unos contratos vigentes que el club tiene que respetar.
P. ¿Ha cambiado al menos esa sensación de vacío del año pasado, cuando no había un referente del club con el que hablar?
R. (Después de un largo silencio). Mejor hablemos de lo futbolístico.
P. Ya se han medido al Madrid y el Barça. ¿Quién le ha impresionado más?
R. El Madrid, sin duda. El Barça lleva años impresionando. Pero el Madrid ha ganado una entereza importante. Ahora saben que son un equipo.
P. ¿Qué les dice Sandoval ante semejantes rivales?
R. Sandoval cree que somos los mejores. Para él no hay límites. Es la fuerza de este grupo.
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