En busca del esqueleto de la composición
El tres cubano que le "regaló" Compay Segundo destaca en el pasillo, el laúd de Pancho Amat, en otra habitación; un Hammond, que compró en Vilanova i la Geltrú a unas monjitas, preside el estudio, junto a las guitarras que se salvaron de una inundación casera en pleno agosto. No hay duda, estamos en la casa de un músico. La carrera de Santiago Auserón (Zaragoza, 1954) no se detiene. Hace unas semanas recibió el Premio Nacional de Músicas Actuales, pero el galardón, además de un merecido reconocimiento a una carrera, que él recibió con mucha humildad, no hizo más que agrandar su agenda de actuaciones en directo. Ahora promociona Río Negro, su último disco en el mercado, una docena de canciones en las que fusiona el jazz, el rock y el blues. En esta ocasión, el álbum va firmado por Juan Perro, su alter ego musical, un trovador latino con el que investiga desde hace décadas el legado musical dejado por la negritud, en la tradición literaria y musical hispana. "Tras Radio Futura monté algo así como radio pasado, una especie de laboratorio de investigación sobre los orígenes de la rítmica del siglo XX. En busca de extractos de memoria viajé a Cuba y aluciné con los soneros; luego a Nueva Orleans, donde encontré restos de hispanidad que seguramente llegaron con los barcos, con melodías parecidas en los boleros más antiguos", cuenta en su taller de trabajo, en una soleada y fría mañana de otoño. Hace tiempo que funciona por su cuenta. Su estudio casero, recién reformado, le permite grabar sus propios discos y a través de su oficina (www.lahuellasonora.com) contrata sus giras. En el ordenador trabaja las letras, en el estudio ensaya la música y el tiempo que le queda libre lo dedica a la filosofía y la lectura de Platón. No sabe hasta cuándo seguirá funcionando como Juan Perro. Le hacía ilusión convertirlo en un personaje del Siglo de Oro y meterlo en el ambiente de las tabernas, donde se juntaban los pícaros y los literatos. En esa vía de investigación, el músico prepara un libro sobre el influjo de la negritud en la canción española y un espectáculo que estrenará en el Festival Etnosur titulado Juan Perro y la Zarabanda.
Disconforme con todo lo que hace, Auserón sigue dándole vueltas también a su último trabajo musical; prepara una nueva versión de Río Negro en plan acústico. "Quiero dejar las canciones lo más desnudas posible, encontrar el esqueleto de la composición. Grabaré las antiguas y seguramente alguna de las nuevas".
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