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Europa convulsa

El hundimiento de la economía pone a la defensiva al Gobierno británico

La deuda se dispara y la previsión de crecimiento para este año cae al 0,9%

La crisis económica ha entrado en tromba en la política británica. Justo 24 horas antes de que el sector público protagonice hoy la que puede ser la peor huelga desde los años ochenta, el ministro de Hacienda (canciller del Exchequer), George Osborne, se vio obligado ayer a admitir en los Comunes que la economía crece muchísimo menos de lo que esperaba hace tan solo seis meses, el ajuste se ha de prolongar tres años más de lo previsto, el endeudamiento público crecerá 110.000 millones de libras (128.000 millones de euros) más de lo calculado por el Gobierno y el sector público va a seguir perdiendo poder adquisitivo al ver limitado al 1% el crecimiento de sus salarios tras dos años de congelación en 2011 y 2012, con la inflación ahora mismo al 5%.

En 2015, año de los próximos comicios, el país deberá 79.000 millones de libras

Un Osborne a la defensiva tuvo que admitir en los Comunes que "si el resto de Europa se encamina a una recesión, puede ser difícil evitarla aquí en Reino Unido". La OCDE pronosticó ayer que la economía británica se contraerá un 0,03% este trimestre y un 0,15% el próximo. Es más un encefalograma plano que una recesión, pero indicio de que el país vuelve a estar en el agujero.

Ese cúmulo de malas noticias para el Gobierno ha reabierto con virulencia el debate político que ya dominó las elecciones generales de 2010, en las que los británicos echaron del poder al laborismo para instalar una coalición de conservadores y liberales demócratas liderada por David Cameron: ¿necesitaba el país el ajuste inmediato que quería y ha hecho el nuevo Gobierno o un año más de estímulos para consolidar la recuperación, como preconizaban los laboristas? Osborne dijo ayer que el país tendría aún peores cuentas públicas con la receta laborista. Estos sostienen que las cuentas estarían como están ahora, pero la economía no se habría hundido de nuevo.

El problema para Osborne es que sus planes de que el sector privado tomaría el relevo del crecimiento mientras el sector público saneaba sus cuentas no se han visto cumplidos. El Gobierno sostiene que eso se debe a la crisis en la zona euro. Los laboristas responden que influye, pero que el enfriamiento británico es anterior a esa crisis y es consecuencia del ajuste. Un debate sin fin.

El Gobierno sostiene que a favor de Osborne está la reacción del mercado. A pesar de la cascada de malas noticias, el bono británico a 10 años se pagaba ayer más barato que el alemán. Pero a juicio de David Blanchflower, miembro del Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra entre 2006 y 2009, "la afirmación del Gobierno de que ha convertido a Reino Unido en un refugio relativamente seguro de la tormenta de la deuda soberana no tiene fundamento". "El interés de los bonos de Reino Unido es tan bajo porque el crecimiento es tan ínfimo que los mercados no creen que el comité de política monetaria sea capaz de subir los tipos de interés durante años y porque tenemos nuestro propio banco central, que puede empezar a imprimir dinero", escribe en The Guardian.

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Y expertos como Jonathan Portes, director del prestigioso Instituto Nacional de Investigación Económica y Social, opinan que el hecho de que las cuentas públicas se hayan deteriorado de forma tan espectacular sin que haya una tormenta en los mercados lo que realmente prueba es que era "un mito" la tesis de que el ajuste era imprescindible para evitar el pánico en los mercados de bonos. "Si los que pronosticaban el desastre hubieran tenido razón, los mercados estarían ahora en estado de pánico. En cambio, los intereses a largo plazo siguen estando muy bajos, reflejando la debilidad económica subrayada por el informe de la Oficina para la Responsabilidad Presupuestaria", escribe en el Financial Times.

La oficina ha pronosticado un crecimiento del 0,9% este año y del 0,7% en 2012, en lugar del 1,7% y el 2,5% que vaticinaba hace tan solo seis meses. También pronostica el citado aumento de 110.000 millones en el endeudamiento, que significa que el país aún tendrá que endeudarse en 79.000 millones de libras (92.500 millones de euros) en 2015, el año de las próximas elecciones generales, en lugar de los 33.000 millones (38.600 millones de euros) que esperaba la coalición de conservadores y liberales demócratas.

Según las estimaciones del Instituto de Estudios Fiscales, que se ha convertido en los últimos años en la fuente de referencia nacional a la hora de interpretar las grandes cifras de la economía británica, la recaída obligará al Gobierno a seguir recortando el presupuesto en los próximos años, empobreciendo a los británicos.

"La economía será en 2016 un 13% más pequeña de lo que esperábamos hace un par de años y más de un 3% menor de lo que pensábamos hace seis meses. Es un cambio extraordinario", declaró el director del Instituto de Estudios Fiscales, Paul Johnson, a la BBC. "Y una de las consecuencias de eso, y así lo indican las cifras de la Oficina para la Responsabilidad Presupuestaria, son recortes reales en los ingresos reales de los ciudadanos. Es decir, la gente va a ser mucho más pobre. Y no volverá hasta 2015 a tener los niveles de vida que tenía en 2001", añadió. Las elecciones de 2015 empiezan a parecer muy abiertas.

El ministro de Hacienda, George Osborne, durante su intervención en el Parlamento.
El ministro de Hacienda, George Osborne, durante su intervención en el Parlamento.REUTERS

El sector público se rebela contra el ajuste

El ministro George Osborne se mostró ayer desafiante ante la huelga convocada hoy por el sector público contra el ajuste, en la que se espera que participen dos millones de empleados. El paro, en protesta por una reforma del sistema de pensiones que les va a obligar a trabajar hasta los 67 años y a aumentar sus contribuciones, va a afectar a escuelas, hospitales, tribunales o bibliotecas, pero también a los trabajadores de la agencia que controla las fronteras británicas, la UK Border Agency.

Eso significa que se esperan colas de hasta 12 horas para entrar por los puntos más calientes. Y en especial en el aeropuerto de Heathrow, donde a la protesta por la reforma de las pensiones se une el malestar por una reciente polémica política sobre la suspensión de controles a los viajeros procedentes de la UE en los momentos de máxima afluencia. Los responsables de la agencia atribuyen la responsabilidad a la ministra del Interior, Theresa May, y esta culpa a la agencia. Se espera que los vuelos de salida se vean menos afectados que los que llegan al país.

Lejos de buscar el entendimiento con los sindicatos, Osborne anunció que el sector público perderá 700.000 empleos en los próximos años, en lugar de los 400.000 previstos. Y los salarios, congelados este año y el siguiente, no podrán aumentar más del 1% en 2013 y 2014.

Osborne anunció también medidas más conciliadoras, como la suspensión del aumento de tres peniques en el impuesto sobre la gasolina; un tope del 6,2% (1% por encima de la inflación) en lugar del 8,2% en el aumento de los precios del ferrocarril; facilidades crediticias por 47.000 millones de euros para las pymes; 1.200 millones adicionales para regeneración de las regiones; 130.000 plazas adicionales para cuidados infantiles; ayudas a la compra de vivienda para 100.000 personas, y un plan de obras públicas por 35.000 millones de euros, de los que dos tercios deberían llegar desde el sector privado, pero el Estado hará inversiones nuevas por casi 6.000 millones de euros en tres años.

Algunas de las medidas han sido bien recibidas por la CBI, la Confederación de la Industria Británica, en particular las dirigidas a las pymes y los proyectos para infraestructuras viarias.

Los recortes de Cameron

- Crecimiento. Se prevé el 0,9% en vez del 1,7% en 2011; el 0,7% en vez del 2,5% en 2012, y el 2,1% en 2013.

- Deuda. 125.000 millones de euros más de lo previsto en cuatro años. En total, emisiones de un total de 149.000 en 2012; 140.000 en 2013 y 117.000 en 2014.

- Sector público. Salarios congelados en 2011 y 2012, con un aumento máximo del 1% en 2013 y 2014. Recorte

de 700.000 empleos públicos en lugar de 400.000.

- Infraestructuras. Plan de 35.000 millones de euros en 10 años, con dos tercios de inversión privada.

- Economía. Las ayudas fiscales a las pequeñas y medianas empresas se extienden hasta abril de 2013.

- Ayudas sociales. Se anula la subida de tres peniques del impuesto a la gasolina. Se ponen límites a la subida del precio del ferrocarril. Se crean 130.000 nuevas plazas para cuidados de los niños. Mejora de los programas sociales.

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