Los populares encuentran "cada vez más difícil" respaldar a López

El PP consumó ayer un significativo desmarque, de momento solo verbal, respecto del Gobierno y del proyecto de presupuestos para 2012, aunque su apoyo a él no está en cuestión. La ocasión se la prestó la presentación, por primera vez en solitario, de las 118 enmiendas parciales a las cuentas. En los ejercicios precedentes lo ha hecho de manera conjunta con el PSE-EE.

El secretario general del partido, Iñaki Oyarzábal, que hoy estará en la delegación que se entrevista en San Sebastián con Aralar, quiso resaltar el hecho y también la inexistencia esta vez de publicidad a las reuniones habidas. Parte de las enmiendas están acordadas ya y las dos formaciones seguían ayer "en contacto permanente", según dijo.

Rajoy actuará "de manera decidida para que la libertad se afiance"

El PP quiere empezar a marcar distancias, algo que tampoco le viene mal al PSE, aunque por ahora parezca solo cosa de su presidente, Jesús Eguiguren. Ocurre cuando al pacto firmado por ambas formacione le queda poco más de un año para expirar. "Queremos desmarcarnos", admitió, tras acusar a sus socios de "cinismo político" por denunciar los recortes que presupone que hará el PP desde el Gobierno, mientras ellos realizan "recortes lineales si priorizar" en Euskadi.

"Patxi López nos pone cada vez más difícil las cosas para apoyarle", dijo el dirigente del PP, después de afirmar que su grupo solo apoyará las cuentas para 2012 "por responsabilidad" y porque lo contrario resultaría "un suicidio para la economía" del país. "Queremos poner de manifiesto que no son nuestros presupuestos", enfatizó. Más aún, "no nos gustan", añadió. Esa falta de empatía se ve neutralizada por la obligación de garantizar la estabilidad política, afirmó. Lo contrario, señaló Oyarzábal, agravaría la situación económica, añadiría dificultades a las empresas y generaría problemas adicionales a la creación de empleo.

Oyarzábal aseguró que el Ejecutivo podría haber hecho "otras cosas antes que reducir programas sociales". Sin embargo, entre sus enmiendas no figura ninguna que aspire, por ejemplo, a restituir las condiciones para la percepción de la Renta de Garantía de Ingresos.

El secretario general del PP negó que este nuevo discurso se relacione con un deseo de acercamiento paulatino al PNV ni con la evidencia de que su pacto con el PSE no le ha proporcionado rentabilidad electoral alguna. No hay, afirmó, "un distanciamiento calculado" del PSE y el Gobierno; pero también admitió que la posición del PP "no puede ser la misma" una vez transcurrido dos años y medio de mandato que a su inicio. "Tras estos presupuestos quedará un año y poco de legislatura", valoró. El PP cree que la acción del Gobierno no es ni "acertada" ni "valiente", esto último porque lo encuentra pendiente de lo que piensa el nacionalismo. En esa terreno, aconsejó al lehendakari, Patxi López, que aparque "prisas y nerviosismo" en la gestión del fin de ETA. De Rajoy dijo que actuará "de manera decidida para afianzar" el fin del terrorismo, "de acuerdo con la ley y el Estado de Derecho". Entre las enmiendas hay una que pide más recursos para las víctimas del terrorismo y la supresión del millón de euros que el proyecto reserva a las de excesos policiales. Oyarzábal cifró en 60 los millones que moverá, y resaltó los beneficios a Vitoria y Álava, donde gobierna el PP, entre ellos cinco millones como canon de capitalidad, una fallida reclamación del alcalde socialista, Patxi Lazcoz, y que el PP venderá como un "logro histórico".