Negras previsiones para España: más desempleo y estancamiento casi total
La cifra de parados se instalará en más de cinco millones en 2012 y 2013
Duro recorte de la OCDE a las previsiones para España: la tasa de desempleo rozará el 23% en 2012 y solo mejorará "ligeramente" en 2013, mientras la actividad se "contraerá aún más" por "la debilidad del mercado global" y "el impacto de la crisis de la deuda sobre la confianza y las condiciones de la financiación doméstica". En solo seis meses, y con el temporal de la deuda arreciando, la previsión de paro de la OCDE para España ha empeorado en 3,6 puntos. Ahora, su previsión es una media del 22,9% (desde el 19,3% en mayo año pasado), con lo que habrá momentos en que se supere el 23% y se sobrepasarán los cinco millones por amplio margen. La mejora en 2013 será mínima, hasta el 22,7%.
Aunque una misma tasa de paro es compatible con diferentes niveles absolutos de paro, en principio las previsiones de la OCDE apuntan a que el desempleo en España se instalará por encima de los cinco millones de parados en los dos primeros años de legislatura del PP. En el tercer trimestre de este año, último dato disponible, el desempleo alcanzó el 21,5% con 4.978.300 parados.
La OCDE rebaja también la previsión de crecimiento del 1,6% al 0,3% en 2012 (igual que el Instituto Flores de Lemus), y prevé un recorte menor (del 0,9% al 0,7%) para este año. El menor crecimiento se debe a un empeoramiento general. El ajuste de gasto público será mayor que el contemplado, el consumo no solo no se recuperará sino que sufrirá una recaída y las exportaciones crecerán a menos ritmo debido al frenazo internacional.
La consolidación de las cuentas públicas provocará "un debilitamiento de la demanda interna", según el informe, y la recuperación dependerá sobre todo "de la mejora de la competitividad". Los expertos de la OCDE asumen que España cumplirá objetivos de déficit (6% en 2011, 4,4% en 2012 y 3% en 2013), pero alertan de que la alta exposición de los bancos al mercado inmobiliario sigue siendo un problema serio.
En el lado positivo, el análisis subraya que las medidas tomadas por el Gobierno (saliente) para subir los impuestos a las grandes empresas y reducir el gasto militar, farmacéutico y en ayudas sociales, mejorarán el déficit en ocho décimas del PIB este año, y que la incorporación de una tasa sanitaria y el menor gasto en medicinas supondrá un ahorro del 0,4% en 2012.
Sobre los bancos, la OCDE afirma que las pruebas de resistencia "han mejorado la transparencia sobre la capacidad de las entidades para absorber las pérdidas", y recuerda que "todos los grandes bancos han cumplido el requisito de mantener un capital que cubre entre el 8% y el 10% de sus activos".
La OCDE parece no considerar para sus previsiones el cambio de Gobierno, al que no dedica ni una línea, pero advierte de que su tarea dependerá en gran medida de la crisis de la deuda: "Si los tipos de interés siguen subiendo, aumentarán los costes de financiación del sector privado y se prolongará la crisis de la vivienda", advierte el papel, que añade: "Dado el endeudamiento relativamente alto del sector privado no financiero y la exposición de la banca al riesgo inmobiliario, el impacto sobre la actividad económica podría ser enorme".
La OCDE hace las siguientes recomendaciones, especialmente para el caso de que el escenario nefasto se materializara:
- Cumplir los objetivos presupuestarios para estabilizar la relación deuda / PIB y mejorar la confianza del mercado financiero. Nuevos planes de ajuste fiscal, con medidas como: aplicar el IVA máximo a otros bienes y servicios, lo que supone subir el impuesto; elevar la tasa al gasóleo para transporte y aprobar un impuesto de sucesiones nacional.
- Refuerzo de las normas de gasto, con un mecanismo que obligue a compensar el exceso de gasto de un año con recortes adicionales a lo largo de los años siguientes, también en los Gobiernos autónomos.
- Para crear empleo, adaptar los salarios a las necesidades de las empresas y mejorar la competitividad; se debe conceder un marco legal más favorable a la firma de convenios colectivos no sectoriales.
- Para favorecer la entrada de jóvenes al mercado laboral, mejorar los datos de fracaso escolar, fomentar los estudios vocacionales y legislar un contrato laboral unificado.
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