"Parecía un riesgo la 'ley Bosman' y ahora exportamos jugadores"

Es curioso salir a tomar café con Ernesto Valverde por Atenas a pocos días de un gran derbi futbolístico, un Olympiacos-Panathinaikos pata negra, pura adrenalina, todo entraña, que acabaría finalmente con un empate a 1. Incluso en esta angustiada Grecia, un país al borde de la bancarrota, los partidos clásicos tienen ese inquietante poder de parar el tiempo y dejar aparcado casi todo. Y los ánimos y los consejos espontáneos al entrenador sobre la alineación más apropiada resultan, en fin, un fenómeno paneuropeo.

No son los futbolistas de Primera División precisamente los que más sufren las penalidades de la crisis griega, sus cuatro años de recesión y los draconianos ajustes sociales y, sin embargo, Valverde ha visto cambiar al país. El exfutbolista español entrenó al Olympiacos por primera vez en 2008 y regresó la temporada pasada. "El primer año que estuve aquí lo duro de la crisis no había empezado, y ahora veo empobrecimiento, mucha gente lo está pasando mal", explica.

El entrenador del Olympiacos cree que el idioma es la gran barrera europea

Hasta la aventura griega, el Txingurri (Cáceres, 1964) siempre jugó y entrenó a equipos españoles y asistió con el paso de los años a los cambios en los habitantes de esos vestuarios.

Si hubiese que buscar un punto de inflexión de la construcción europea para el mundo del fútbol, sería probablemente la ley Bosman, aquella norma resultante de una sentencia por la que los futbolistas comunitarios dejaban de considerarse extranjeros y los entrenadores podían alinear cuantos quisieran, como si fueran nacionales. Fue en diciembre de 1995 y la prensa hablaba de "pánico" y "alarma" en el mundo del fútbol.

"Me acuerdo de que España vivió aquello como un problema, un riesgo para los jugadores de allí porque entonces se compraban muchos extranjeros... Y fíjese que, al final, produjimos grandes jugadores, el nivel de la Liga alcanzó un nivel muy alto y somos nosotros los que estamos exportando muchos futbolistas, nos hemos hecho tremendamente competitivos", recuerda Valverde.

España tiene hoy a profesionales considerados estrellas en equipos del resto de Europa y el Txingurri, que la semana pasada ganó en Marsella, puede clasificar al Olympiacos para los octavos de la Champions por primera vez en la historia del club. "Y el triunfo de la selección española en el último mundial también ha revalorizado mucho el producto, ha ganado como marca", añade.

Al margen de que una ley escrita dijera que un comunitario dejaba de contar como extranjero, el proyecto europeo, la sensación de Europa como región común, es algo mucho más difuso. ¿Cómo se construye algo así? La moneda única y la apertura de fronteras son claves, pero "¡también el avance de las comunicaciones!", introduce Valverde. "Eso, si lo piensa, ha hecho mucho por pensar que Europa es pequeña, uno puede trabajar en Fráncfort y volver los fines de semana a casa".

Pero un futbolista español, ¿se identifica hoy en día más con un vecino europeo, un francés o un británico, o con un latinoamericano? "No lo sé, pero el idioma sigue siendo una barrera y los que hablan español suelen agruparse", dice.-