Tierra de promisión
La Comunidad Valenciana es tierra de promisión. Y quienes bien conocen tan feliz circunstancia son sobre todo los aprovechados, fascinerosos y asaltantes de caminos, para quienes ha abierto tantas oportunidades la feraz administración del PP, generosa como pocas con trileros variados. Allí hemos visto pulular tipos de mano y bigote largos, pero de honradez corta. Emarsa era una sociedad pública, encargada de la depuración del agua de Valencia, liquidada el año pasado por el PP, partido que la controlaba desde los noventa. Su disolución dejó un agujero de 17 millones de euros.
La investigación judicial en marcha, con 16 imputados, ha destapado que la empresa fue saqueada por sus administradores con el viejo método de las facturas falsas, tanto por servicios nunca hechos como por inventarse obras que nunca se realizaron o reparaciones de una maquinaria que nunca existió. Y como era poco el dinero que así se distraía, hubo que aumentar el engaño.
Y ahí estaban esos directivos para utilizar -o permitir- que los fondos de la empresa, hay que repetir que pública, sufragara compras de joyas, bolsos de Loewe, prendas de vestir, cestos para bebés y otros muchos productos. Sin olvidar el pago de circuitos de spa para sus directivos o el pago de noches de hotel que incluía la retribución a prostitutas.
Pero la gravedad del caso es aún mayor porque algunos de sus directivos siguen ejerciendo cargos políticos. El máximo responsable de Emarsa en la etapa investigada, Enrique Crespo, imputado por malversación, estafa continuada y delitos societarios, sigue siendo vicepresidente de la Diputación de Valencia y alcalde de Manises con el PP.
Es asombroso cómo compaginan los cargos del PP de la Comunidad Valenciana su función pública y la comparecencia a los juzgados. José Joaquín Ripoll, presidente provincial del PP de Alicante desde 2004, ha tenido que presentar su dimisión por sus imputaciones en el llamado caso Brugal, donde deberá responder de las acusaciones por delitos de cohecho y otros en la adjudicación de una contrata de basura. Mientras, eso sí, es presidente de la Autoridad Portuaria de Alicante.
Será como castigo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.