La suerte de Consuelo espera a otros tres vecinos de su calle
Una veintena de agentes de la policía intervino ayer para disolver a las cerca de 60 personas que trataban de evitar por segunda vez el desahucio de su vecina Consuelo. Finalmente la mujer, que debe dos años de hipoteca, fue desalojada de su casa. El banco le sigue demandando los 183.000 euros que le adeuda. Consuelo, inmigrante ecuatoriana, trabaja por horas en una empresa de limpieza por 370 euros al mes. Su marido está en paro y sus tres hijos se volvieron a Ecuador. Ella no se puede marchar porque su hermana, que es su avalista, heredaría su deuda. Consuelo no es la única vecina de la calle Soria de Torrejón de Ardoz que estaba en esta situación. Otros tres vecinos esperan la ejecución de sus desahucios estos días en esta misma calle.
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