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Reportaje:

Costus, siempre transgresores

Una muestra recupera la obra de esta pareja de artistas, iconos de la movida

Fueron pareja sentimental y artística hasta su acompasada muerte en 1989. Ambos forjaron su carrera en el Madrid que despertaba a la libertad y no tardaron en convertirse en iconos de la llamada movida madrileña, ese movimiento contracultural que se apoderó de la capital del país durante los años de la Transición y que marcó todas las expresiones artísticas, en especial la música, el cine, la pintura, la moda o la fotografía.

El gaditano Enrique Naya (1953) y el mallorquín Juan Carrero (1955) eran los Costus, un estrafalario tándem artístico que se codeó con lo más granado de ese movimiento, como los fotógrafos Alberto García-Alix, Miguel Trillo o Ouka Leele; los pintores Ceesepe, El Hortelano o Pérez Villalta; músicos como los hermanos Urquijo (Los Secretos), Alaska, Nacho Canut, Tino Casal, Carlos Berlanga, Santiago Auserón o Germán Coppini y cineastas como Iván Zulueta, Fernando Trueba o Pedro Almodóvar. El entonces novel director de cine escogió la casa que los Costus tenían en la calle La Palma, del barrio madrileño de Malasaña, como escenario de los interiores de su película Pepi, Luci y Bom y otras chicas del montón (1980) al quedarse prendado del ambiente que reinaba en ella.

Málaga acoge 18 de las obras inspiradas en el Barroco con personajes reales
Las pinturas se quedarán en Cádiz, en Centro de Arte Contemporáneo

Más de 30 años después de su desaparición -Enrique murió de sida en mayo de 1989 y Juan se suicidó un mes después-, Málaga revive la transgresión de su obra, recuperando uno de sus últimos proyectos que realizaron para la exposición Costus. El Valle de los Caídos (1975-1989). En 2008, el Ayuntamiento de Cádiz adquirió 18 de las obras que componen esta serie pictórica y que ahora se exhiben, bajo el mismo título, en la Sala Italcable de Unicaja en Málaga.

En ella, los Costus deciden interpretar el significado de este monumento funerario franquista siguiendo la tradición de la pintura del Barroco. Santos y vírgenes son interpretados por personajes de la movida, amigos que, como Alaska, Bibiana Fernández, Los Pecos o Paloma Chamorro, posan con la indumentaria propia de los años ochenta, al igual que hiciera Murillo al tomar a su hija como modelo para La Inmaculada o José de Ribera que buscaba a modelos para sus santos y penitentes entre los viejos de los asilos. Las obras, que podrán verse hasta el 15 de enero en Málaga, están datadas entre 1980 y 1987, son de grandes dimensiones y algunas tienen fondos de colores fluorescentes. Siempre trabajaban a cuatro manos: Enrique pintaba las figuras y Juan, los fondos. Su particular y moderna visión del Valle de los Caídos causó una gran polémica cuando la muestra se inauguró en el Madrid de 1987.

"La Fundación Unicaja mantiene la línea expositiva que inauguró hace unos meses con los retratos que el fotógrafo malagueño Miguel Trillo realizó a las diferentes tribus urbanas que pululaban por la España de esos años en los que conquistamos la libertad y la democracia. La idea de seguir con los Costus refrenda esa línea, ya que ambos representan ese espíritu transgresor, de libertad y de cierta frivolidad que sobrevino tras tantos años de oscuridad", explicó la comisaria de la muestra, Mari Luz Reguero.

"Es también un reconocimiento explícito a dos artistas salidos de Andalucía que derribaron los tópicos que subsistían de lo andaluz, ofreciendo una imagen novedosa de esta tierra y de sus creadores. Dos artistas que estuvieron muy comprometidos con su época, pero también con una vocación de permanencia, como se ve en su obra tres décadas después", añadió Reguero.

Tras su paso por Málaga, las obras de Costus. El Valle de los Caídos pasarán a formar parte de la colección permanente del nuevo Centro de Arte Contemporáneo de Cádiz, en los antiguos cuarteles de Carlos III. Un espacio de más de 3.000 metros cuadrados que, según el concejal del Cultura de Cádiz, Antonio Castillo, se inaugurará "en los próximos meses", sumándose a los nuevos espacios culturales que albergará la capital de cara a la celebración del Bicentenario de la Constitución de 1812.

Un aspecto de la muestra <i>Costus. El Valle de los Caídos (1975-1989)</i> que puede verse en Málaga.
Un aspecto de la muestra Costus. El Valle de los Caídos (1975-1989) que puede verse en Málaga.JULIÁN ROJAS

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