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ELECCIONES 2011

El PNV y Amaiur seguirán hojas de ruta diferentes en Madrid

Los nacionalistas se preparan para un choque de trenes en unas autonómicas

Mikel Ormazabal

El PNV y Amaiur, las dos grandes sensibilidades del nacionalismo vasco, adversarios indisimulados en la lucha por la primacía en Euskadi, van a representar en el Congreso de los Diputados al 51,5% de los electores de esta comunidad autónoma. Eso sí, acuden a Madrid con estrategias distintas y sus respectivas hojas de ruta, hasta la fecha poco conciliables. De primeras, Amaiur (siete diputados) se decanta por la reivindicación identitaria extrema, mientras que el PNV (cinco escaños) es partidario de continuar con su pragmatismo político. Ambas escuadras aprovecharán su presencia en la Carrera de San Jerónimo para marcar perfil propio con la vista puesta en los comicios autonómicos.

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Estas dos formaciones no tenían muy claro ayer, al día siguiente de las elecciones nacionales, cómo afrontarán la legislatura que se abre ahora porque "aún es pronto" para aventurarlo, pero no cierran la puerta a que puedan entablarse sinergias "puntuales", del mismo modo que se dan "con absoluta naturalidad" con otros grupos parlamentarios, y principalmente entre los autonomistas. Para José Ramón Beloki, diputado del PNV entre 2004 y 2011, "nosotros no somos la incógnita. La incógnita son ellos", en referencia a la izquierda abertzale. Lo dice porque desconoce si finalmente irán al Congreso, como vienen diciendo, para reivindicar exclusivamente el derecho a decidir de Euskal Herria o se involucrarán en otras tareas parlamentarias.

En el seno de Amaiur, una mixtura política que congrega a representantes de la antigua Batasuna, EA, Alternatiba y Aralar, se ha abierto un debate interno para definir cuál será su cometido en el hemiciclo. Los independentistas han insistido durante la pasada campaña en que su única aspiración es obtener del Estado un compromiso con el reconocimiento del pueblo vasco como nación. En la noche electoral también lo dejaron muy claro: "No son nuestras instituciones".

"Se va a producir un choque de trenes", aventuran desde las filas del nacionalismo moderado. "Nosotros estamos dispuestos a colaborar [con el PNV]. Tenemos la mano tendida", apuntan desde el sector más soberanista. El PNV y Amaiur salieron vencedores el 20-N en Euskadi con 323.517 y 284.528 sufragios, respectivamente, en esta comunidad. Aquellos fueron los más votados; estos tienen mayor representación. En unas elecciones de corte estatal, ambos partidos plantaron cara al PSE-EE y el PP en un terreno de juego que tradicionalmente les ha menos favorable.

Ahora bien, con una mayoría absoluta tan holgada del PP, los nacionalistas desconocen el margen de maniobra que dejará el partido de Mariano Rajoy a los partidos regionales. El PNV ha sabido rentabilizar su representación en Madrid tanto con el PSOE como con el PP en el Gobierno, aunque los mayores réditos los obtuvo estando estos necesitados de apoyos para lograr la mayoría absoluta.

El PNV ya ha adelantado que se involucrará "como hasta ahora" en la agenda diaria del Parlamento español. "Nosotros, con los pies en la tierra", suele comentar Josu Erkoreka, cuya figura ha salido reforzada en estos comicios y seguirá como portavoz de su grupo. Los peneuvistas tienen claro su quehacer en Madrid: apelar al nuevo estatus político para Euskadi, pero sin descuidar las materias del día a día. "Si no, no se entendería el logro de 18 transferencias para Euskadi durante la pasada legislatura", apostilla un miembro de este partido. Beloki, alejado ya de la política activa, se inclina por "seguir la marcha de siempre", porque es la fórmula que ha dado "un buen resultado" a su partido.

En clave interna, en el PNV han asumido que su líder, Iñigo Urkullu, en plena pugna por la renovación de la cúpula de su partido, "ha sabido tomar el mando, pilotar la nave y llevarla al puerto que merece el nacionalismo institucional". Porque muchos afiliados peneuvistas habían entendido estas elecciones como una suerte de examen para el rumbo "hacia la centralidad del nacionalismo" que el presidente Urkullu ha querido dar a su formación.

Con el nuevo tablero electoral surgido del 20-N, los dos grandes bloques del nacionalismo vasco se van a erigir en "altavoces de la petición de un adelanto electoral" en Euskadi. Amaiur y el PNV interpretan que el lehendakari, Patxi López, y su partido, así como el PP que le apoya en el Ejecutivo autonómico, se encuentran ahora en una posición de debilidad. La izquierda abertzale, en la cresta de la ola, ya ha denunciado que la Cámara vasca no refleja fielmente la sociología del país. Y al PNV le urge aprovechar la euforia de su triunfo del domingo.

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Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

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