Duran se ofrece para apoyar a Rajoy en las reformas económicas

Convergència i Unió (CiU) saboreó ayer las mieles de un triunfo histórico que, sin embargo, puede tener sabor agridulce para la federación. Si bien es cierto que Josep Antoni Duran Lleida logró la victoria para CiU por primera vez en unas generales, la mayoría absoluta del Partido Popular (PP) dificulta cualquier papel influyente a Duran en el Congreso. No obstante, el democristiano no se resigna a perder influencia. Aunque Mariano Rajoy puede tirar adelante todas las propuestas que desee con su mayoría absoluta, Duran ya avisó ayer de que algunas medidas, sobre todo aquellas encaminadas a sacar a España de la crisis, contarán con su respaldo. Citó, como ejemplo, la modificación de la ley sobre el IVA para evitar la asfixia de las pequeñas y medianas empresas y los autónomos, En general, apuntó Duran, se sumará a aquellas medidas que coincidan con las de la federación nacionalista para favorecer el crecimiento económico. "Allí estará CiU", resumió. Sin embargo, el democristiano dejó claro que los nacionalistas no se echarán "en brazos" del PP, y su prioridad será "siempre" el pacto fiscal.

El democristiano cree que, pese a su clara mayoría, el PP echará mano de su figura, y de los diputados de la federación, para mejorar las perspectivas de sus medidas económicas para mejorar la confianza en la economía. "CiU siempre ha aportado y aportará un plus de responsabilidad y confianza ante los mercados. Y estamos convencidos de que la actual situación requerirá de nuestro apoyo", dijo Duran, que más tarde añadió: "Quien gobierne no debe perder de vista que CiU representa un valor añadido de credibilidad". Para reafirmar esos halagos a su propio partido, Duran destacó las llamadas que recibió el domingo y el lunes de "muchos dirigentes europeos" para felicitarle e "invocar el sentido de la responsabilidad de CiU".

En el seno de CiU, más allá de la incógnita de qué papel tendrá la federación en Madrid, preocupa la situación que las elecciones generales dejan en Cataluña. Si bien el Gobierno catalán ve en el resultado un aval a su gestión, la mayoría absoluta del PP en el Congreso da más fuerza al partido de Alicia Sánchez-Camacho para exigir contrapartidas en Cataluña, situación que ya vivió el último Gobierno de Jordi Pujol y costó mucho de digerir a la federación. El presidente de la Generalitat, Artur Mas, aseveró que no virará en su política de recortes, pero sí tendió de nuevo la mano a Partit dels Socialistes y Esquerra Republicana para pactar los Presupuestos de 2012. El presidente, que ha retrasado al máximo la presentación de las cuentas para esconder nuevos recortes en campaña, pidió a la oposición que tenga "altura de miras" para apoyar los Presupuestos. Los dirigentes de la federación confían en ERC para poder evitar la dependencia excesiva del PP. Pese a los emplazamientos al PSC, los nacionalistas consideran que los socialistas todavía deben pasar por su proceso interno de renovación para pensar en pactos con el Gobierno.

El Ejecutivo lee con triunfalismo los resultados de CiU en las generales. Mas celebró que, "frente a las críticas en la calle y en los medios", la ciudadanía apoyó "la política coherente de CiU" con los recortes.