El golpe de los tecnócratas
Las últimas encuestas, muy cercanas ya a la cita electoral, dan como inequívoco ganador a Rajoy, que al parecer va a ser el agua que apague todos los fuegos sobre los que ardemos.
Pero, imaginemos por un momento que ganase Pérez Rubalcaba. De repente, los millones de indecisos deciden dar un vuelco a las encuestas y gana con mayoría absoluta o relativa. ¿Cuánto tiempo duraría en el cargo de presidente? Viendo lo que pasa en otros países europeos, yo diría que poco. ¿A pesar de que le haya votado una mayoría de los ciudadanos españoles? Pues, sí, poco tiempo.
A Papandreu también le eligieron sus ciudadanos, ya en plena crisis, y ha durado dos años. Berlusconi ha durado más, aunque, en este caso, sin ser santo de la devoción de nadie, salvo de los ciudadanos italianos que le votaron. En estos dos casos los candidatos elegidos por la población, han sido sustituidos por unos "técnicos" que van a sacar de la crisis a sus respectivos países tomando decisiones no "contaminadas" por la política. Pero decisiones rápidas, que los mercados no perdonan y a los días desde la toma de posesión ya les están revolviendo el estómago de las deudas. En Portugal e Irlanda, los Gobiernos elegidos ya durante la crisis, apenas duraron dos años.
¿Cuánto tiempo dejarían gobernar a Rubalcaba? ¿En qué momento entrarían los técnicos? ¿Durante cuánto tiempo es válido el voto de la población?
Pero volvamos a la realidad. Gana Rajoy y, en su línea, dice que se va a tomar un tiempo para tomar decisiones dolorosas para la población, incluidos sus votantes. O si las decisiones, por muy dolorosas hayan sido, nos dejan donde estamos. ¿Cuánto tiempo pasaría antes de empezar a escuchar el runrún de que es necesario un Gobierno técnico?- José Luis Postigo. Madrid.
Leo asombrado la tranquilidad con la que se transmiten las noticias de la dimisión (destitución) de Silvio Berlusconi y del Gobierno griego, que según todas las informaciones, se produce a causa de las presiones de los mercados. Hasta en nuestro propio país se proyecta ese mensaje de la necesidad de "tranquilizar" a los mercados, como la razón más importante para un cambio de Gobierno. Y me invade un miedo enorme, porque es sencillamente un chantaje a la democracia, de alguna manera, un nuevo tipo de golpe de Estado, que podemos llamar la dictadura de los mercados.-Leandro Pereira Meyer. Vigo, Pontevedra
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