El PSOE apela al voto del miedo

A los socialistas andaluces la campaña se les ha quedado corta para exprimir hasta la última gota lo que ha sido su principal mensaje: el de que hay dos modelos para salir de la crisis. El suyo, donde prevalece una red de seguridad para los que más lo necesitan; y el del PP, donde imperan los recortes en los servicios fundamentales. Eso es, al menos, lo que han dicho y dicen.

Una gran pancarta con el lema Rubalcaba con la dependencia acogió ayer al candidato socialista a la presidencia del Gobierno en Punta Umbría (Huelva) en su último día de campaña donde fue acogido con gritos de "¡Andalucía es socialista!". Hasta las elecciones municipales eso era así, aunque ahora todos los pronósticos apuntan a un vuelco espectacular. Pérez Rubalcaba, antes del mitin de cierre en Madrid, recorrió también Lebrija y Jerez de la Frontera, compartiendo tribuna con José Antonio Griñán y Manuel Chaves. En Jerez, Rubalcaba no paró de dar las gracias a los socialistas gaditanos, provincia por la que ha sido diputado en esta legislatura.

Chacón liga la fecha del congreso federal a la posición que defienda Andalucía

Aunque en estos 15 días los socialistas habían evitado apelar de manera directa al voto del miedo, el que viene la derecha que tan buenos resultados les ha dado en otras convocatorias, ayer no pudieron aguantar más. "O mantenemos el modelo o hay marcha atrás. Lo que llaman cambio es marcha atrás, podemos perder lo conquistado", repitió Griñán en casi todos sus actos electorales. E insistió: "Lo único que no ha cambiado en 30 años es la derecha, que sigue siendo la misma". Rubalcaba le siguió la estela cuando afirmó en Punta Umbría que la derecha "quiere echar por tierra" los avances sociales logrados. El candidato dio la razón al PP, que acusa a Griñán de haber elaborado un proyecto de Presupuestos andaluces electoralistas. "La gran aportación de Griñán a esta campaña es hacer un presupuesto para que se vea que hay dos salidas a la crisis", dijo.

Las dos losas que arrastra el PSOE andaluz en estas elecciones, y en las autonómicas del mes de marzo, se llaman paro -1,2 millones de desempleados- y 30 años seguidos en el poder. Y son tan pesadas que el anuncio de Mariano Rajoy de recortar en todo menos en las pensiones y de considerar inviable la ley de la Dependencia, acogido como lluvia fresca en el achicharrado PSOE, apenas si va mover a los indecisos, según estiman algunos dirigentes de este partido.

La politóloga Carmen Ortega sostiene que el anuncio de Rajoy no es un gazapo ni una equivocación. Mantiene que apenas tiene "riesgo electoral" y sin embargo sí tiene beneficios políticos para que cuando acometa esos recortes pueda argumentar que ya lo dijo. Tarde y sin incluirlo en su programa, pero lo dijo.

A los indecisos se dirigieron ayer los dirigentes del PSOE, aunque no tanto para procurar un vuelco de última hora como buscando una derrota lo menos abultada posible. En esto Rubalcaba fue muy claro: "La derecha con poder recorta y con poder absoluto recortará absolutamente". De ahí que el candidato se haya volcado durante la campaña en Andalucía, la comunidad que más diputados aporta (60 de 350) y, por tanto, donde más puede perder el PSOE.

También hacia Andalucía miró ayer Carme Chacón, pero con la vista puesta en el día después, cuando haya que elegir secretario general. Esta dijo que para elegir la fecha del congreso "a quien más" hay que mirar es a Griñán.