Save on Meats, Vancouver (Canadá)
Save on Meats abrió en 1957 y era famosa por sus cerdos de neón y sus hamburguesas rellenas con carne de primera.
Cuando cerró en 2009 fue como una patada en el estómago para el decadente distrito del lado este de la ciudad. Pero entra en escena el empresario Mark Brand (en la foto), que solía comer en Save on Meats antes de levantar su imperio, y lo reabrió este año.
Comentario de Monocle: las tiendas de alimentación y los restaurantes buenos pueden mantener unido un barrio, e incluso cambiarlo de arriba abajo para atraer nuevos residentes.
Por qué funciona:
» Amplitud de miras
El nuevo Save on Meats es más un imperio gastronómico que un establecimiento. Consta de una carnicería, una ventanilla de comidas para llevar, cafetería, una cocina que prepara los alimentos para los otros restaurantes de la marca, las oficinas centrales y una fábrica de harina.
» Algo para todos
Desde una taza de chili por tres dólares hasta caviar.
» Énfasis en lo ecológico
Al fin y al cabo, esto es Vancouver. Save on Meats recicla casi el 90% de sus residuos y está transformando un viejo generador de diésel para poder quemar las grasas de cocinar de los restaurantes y obtener energía.
» Oportunidades para la gente de la ciudad
"Contratamos a gente que otros no contratarían, como discapacitados físicos o exconvictos", dice Mark Brand.
» Un diseño adecuado a los objetivos
Brand conservó el mostrador y las banquetas originales de la carnicería, pero casi todo lo demás se hizo desde cero. Es la creación de un diseñador de platós cinematográficos, Guy Roland, que se alegró de tener la oportunidad de construir algo con una vida más larga que sus creaciones de Hollywood.
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