La Audiencia condena a Txapote a 60 años por ordenar la muerte de Múgica

Se impuso la tesis de la mayoría. La de condenar a Francisco Javier García Gaztelu, Txapote, exjefe militar de ETA, por ordenar en 2001 al comando Argala que matara al concejal de UPN en Leitza José Javier Múgica. Pero la participación en esos hechos de Txapote y de otro de los cuatro acusados, Oscar Zelarain, fue muy discutida entre los miembros del tribunal. El magistrado de la Audiencia Nacional José Ricardo de Prada -que sustituyó a Ángela Murillo después de que un micrófono captara un comentario suyo llamando "cabrones" a los procesados- redactó un voto particular discrepante en el que recordó que Txapote estaba encarcelado en Francia cinco meses antes de que se cometiera el atentado.

De Prada cuestiona que haya pruebas suficientes contra Oscar Zelarain

La sentencia, sacada adelante por los otros dos magistrados de la Sala, Carmen Paloma González y Juan Francisco Martel, condena a Txapote, Andoni Otegi, Oscar Zelarain y Juan Carlos Besance por el asesinato de Múgica, los estragos causados por la bomba lapa colocada bajo la furgoneta del concejal y tenencia de explosivos. Al jefe del aparato militar y a Besance, además, les impone 10 y ocho años más de cárcel por pertenencia a banda armada -en grado de dirigente el primero y de integrante, el segundo-. En total, la condena de Txapote asciende a 60 años, que se sumarán a los centenares que le cayeron en otros casos, 58 para Besance y 50 para Otegi y Zelarain.

La culpabilidad de Txapote, como la del resto de acusados, se basa en los dos interrogatorios que Besance prestó ante la Guardia Civil tras ser detenido el 29 de septiembre de 2010. En ellas señaló al exjefe del aparato militar como la persona que, tras darles un cursillo de armas, explosivos y adoctrinamiento político en Francia, les pasó información sobre Múgica y les dio la orden de asesinarlo. Como, según la doctrina del Tribunal Supremo, la simple declaración policial de uno de los acusados no es válida por sí misma, la sentencia corrobora ese dato con la agenda incautada a Txapote en la que aparecen dos citas con los miembros del comando. Una se produjo el 9 de enero de 2001; la otra, prevista para el 24 de febrero, no se pudo celebrar, ya que el dirigente etarra fue detenido dos días antes.

Este hecho, el de la detención, es lo que suscita "serias dudas" sobre la participación de Txapote en los hechos a José Ricardo de Prada. El voto particular del magistrado discrepante recuerda que el atentado fue cometido cinco meses después de la detención de García Gaztelu, el 14 de julio de 2001. En el momento del asesinato, recuerda, Txapote "presumiblemente había perdido el mando operativo de la organización". "Surgen serias dudas respecto de que el comando llevara a cabo la acción cumpliendo las órdenes de quien en aquel momento ya no fuera jefe del aparato militar de ETA".

Las discrepancias entre los miembros del tribunal se repiten respecto de las pruebas contra Zelarain, al que Besance, solo en una de sus dos declaraciones ante la Guardia Civil, atribuyó la función de dar seguridad mientras Andoni Otegi colocaba la bomba bajo la furgoneta de Múgica. La verificación de esa delación la encuentra el tribunal en el hecho de que Zelarain formara parte del comando Argala, según el informe de inteligencia de la Guardia Civil. Para De Prada, ese hecho -el formar parte del comando Argala-, no ratifica la participación de Zelarain en el asesinato del concejal de UPN. Su cooperación en el atentado, por tanto, solo se sustenta en la declaración de su compañero, una prueba insuficiente, según el Supremo.