El alcalde de Nueva York pone fin a la ocupación de Wall Street
Las autoridades desmantelan los campamentos de indignados en varios Estados
La policía de Nueva York desalojó ayer el campamento instalado por Ocupa Wall Street (OWS) en una plaza de ese área financiera de la ciudad, en un paso que representa un gran desafío para ese movimiento sobre su capacidad de prolongarse y consolidarse. "A partir de ahora tendrán que ocupar las calles con el poder de sus argumentos", declaró el alcalde, Michael Bloomberg, para explicar una decisión cuya legalidad ha sido cuestionada por los manifestantes pero reconocida por una sentencia dictada anoche por un juez de la Corte Suprema de Nueva York. Este fenómeno, que ha trasladado a la opinión pública norteamericana la preocupación por los graves desequilibrios sociales, se ha ido convirtiendo en un problema creciente de seguridad y orden público.
La policía detiene a 142 manifestantes que se opusieron al desalojo
La proliferación de la suciedad y de los incidentes violentos disparó la inquietud
El desalojo de Zuccotti Park, donde los seguidores de OWS se habían instalado hace dos meses con tiendas de campaña se produjo de madrugada y, en general, de forma pacífica, aunque 142 personas fueron detenidas por oponerse a la actuación policial. "Hemos detenido a quienes querían ser detenidos", explicó el jefe de la policía, Raymond Kelly.
La orden de desalojo fue inmediatamente rebatida ante los tribunales por los partidarios del movimiento. Pero el juez Michael Stallman rechazó el recurso, informa la agencia Reuters. El magistrado consideró que los manifestantes tienen el derecho de regresar al Zuccotti Park, pero tendrán que atenerse a las reglas de la plaza -diseñadas para evitar acampadas- y no podrán por tanto llevar tiendas de campaña, sacos de dormir o almacenar alimentos o vituallas. La plaza Zuccotti es propiedad de la empresa Brookfield Office Properties, y es legalmente un espacio particular destinado al uso público.
Bloomberg había anteriormente prometido que, en cuanto se resolviera el conflicto judicial, la plaza volvería a ser abierta, pero precisamente había exigido que los protestantes no llevaran tiendas de campaña o cualquier otro equipo que diese lugar a la ocupación permanente de ese espacio público. Bloomberg, políticamente independiente, considera que "la Constitución de EE UU protege los derechos de expresión y de manifestación, pero no el de acampar y ocupar cualquier calle de una ciudad".
El alcalde, con el respaldo de Brookfield Office Properties, ha considerado que la larga estancia de unas 200 personas en ese lugar se había convertido en un peligro para la salud de los acampados y de los vecinos del lugar. La policía asegura haber encontrado en la plaza excrementos y orina, y afirma que existen varias denuncias por robo, tráfico de drogas y agresiones sexuales cometidos en las inmediaciones.
El desalojo se produce dos días antes de un carnaval que OWS había convocado el jueves con intención de celebrar los 60 días de acampada interrumpiendo la actividad de la Bolsa de Nueva York, el mayor mercado de valores del mundo y el símbolo máximo del modelo de capitalismo que los manifestantes dicen combatir.
Antes del campamento de Nueva York, habían sido desalojados también los de Atlanta, Portland, Salt Lake City y Oakland. En esta última ciudad, donde desde el principio hubo frecuentes enfrentamientos entre la policía y los ocupantes, el episodio produjo nueva violencia y una crisis política que ha provocado la dimisión del número dos del ayuntamiento. El alcalde de Oakland dijo que la mitad de las personas desalojadas eran mendigos sin hogar.
En los últimos días, se había informado de la muerte de una persona por disparos en los alrededores del campamento de Oakland y de otra, también por bala, en una concentración en una ciudad del Estado de Vermont, aunque no existen pruebas de que esas muertes estén conectadas a las protestas. En la acampada Salt Lake City, la policía dijo el viernes pasado que había recogido a un hombre muerto por una combinación de drogas y monóxido de carbono.
Pese a que algunos campamentos, como el de Nueva York, disponían de su propio sistema de seguridad, estos incidentes habían disparado la inquietud de las autoridades sobre la prolongación de este tipo de protestas y han servido para justificar la intervención.OWS tiene ahora que decidir qué rumbo tomar. En algunas asambleas, especialmente en la costa Oeste, se ha optado por retirar los campamentos de las ciudades y trasladarlos a los campus universitarios, donde la situación legal es más favorable y cuentan, además, con el respaldo de muchos estudiantes. En el caso de Nueva York, en los últimos días se estaba discutiendo sobre si mantener la ocupación de Zuccotti Park, donde el frío del invierno podía disuadir a muchos voluntarios, o suspender las protestas para reanudarlas con nuevo brío en la primavera.
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