El 'Pepito Grillo'
La Ciudad de la Cultura enseña una lección amarga sobre las relaciones entre cultura y poder. Para aprenderla hay que escuchar al arquitecto Pedro de Llano, de 65 años. Él fue de las pocas personas que se atrevieron a decir desde el principio que el rey estaba desnudo. "Quedé marginado de los encargos de las obras públicas. Algunos de los que ahora critican la Ciudad procuraban mantenerse alejados de mí, para que no les relacionasen conmigo. Los arquitectos se callaron. Y los medios... El poder económico que tiene el Gobierno gallego aquí sobre los medios es tan grande que nunca hubo una investigación rigurosa para demostrar el disparate del proyecto. Y a nadie se le ocurría pensar cómo íbamos a llenar esos edificios y con qué presupuestos. Eso me hizo pensar que esta sociedad nuestra está llena de gente teóricamente muy comprometida que cuando tiene que callar, calla", comenta.
"Pero lo peor vino cuando llegó el bipartito [el Gobierno del PSOE y el Bloque Nacionalista Galego presidido por el socialista Emilio Pérez Touriño entre 2005 y 2009]. Hasta entonces yo le había facilitado a Pérez Touriño muchos informes técnicos para sus intervenciones parlamentarias contra la Ciudad. Éramos amigos. Pero en cuanto ocupó la presidencia, yo publiqué un artículo pidiendo que, de momento, parasen la obra y tras hacer una auditoría rigurosa se decidiera qué hacer con el proyecto. A partir de ese momento, prácticamente me dejó de hablar. ¿Cómo es posible que dos partidos que criticaron al PP durísimamente por la Ciudad de la Cultura asuman como propio el proyecto al llegar al poder y se enfrenten a quien lo critique? Al final, la obra solo la ha parado la crisis. Y el mérito por pararla se lo va a llevar el PP, que fue el que la inició".
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