Las instituciones y la familia Chillida retoman el contacto

El Gobierno vasco, la Diputación de Gipuzkoa y la familia de Eduardo Chillida retomaron ayer las conversaciones sobre el futuro del Museo Chillida-Leku ochos meses después de que se congelaran. La consejera de Cultura, Blanca Urgell, la diputada de Cultura, Ikerne Badiola, junto con Ignacio y Luis Chillida, dos de los ocho hijos del escultor, y uno de los yernos, se reunieron en la sede del Gobierno vasco en Vitoria para poner de nuevo las cartas sobre la mesa.

Tanto el Gobierno vasco como el ente foral, gobernado por Bildu, que entra como nuevo jugador en la partida por la reapertura del museo cerrado desde el pasado 1 de enero, explicaron a la familia Chillida las circunstancias que hacen imposible en este momento la adquisición de la propiedad. "Un problema no tanto de orden económico sino financiero que nos impide asumir el coste de la compra de Chillida-Leku", señalaron a este periódico fuentes del Departamento de Cultura.

Las instituciones sí han mostrado su interés por llegar a un acuerdo y poder conseguir la reapertura de Chillida-Leku, a ser posible en la primavera de 2012. La propuesta que plantean las dos instituciones pasa por colaborar en la financiación del museo y así cubrir el déficit que arrastra el museo mediante la firma de un convenio. Para ello, el Gobierno contempló en sus Presupuestos una partida para la reapertura de Chillida-Leku.

Por su parte, los herederos de Chillida insisten en la opción de venta del museo. La última oferta que el actual Gobierno vasco planteó fue de 80 millones de euros y no prosperó. Las partes, que se volverán a reunir en enero, se han comprometido a seguir trabajando en la cuestión para establecer una "solución satisfactoria", señalaba la nota enviada por el Gobierno. Entre tanto, el museo sigue cerrado pero activo. El sábado más de 180 expertos estudiarán la obra del escultor vasco.