Los partidos vascos fracasan en la búsqueda de un consenso sobre las víctimas

Apenas han pasado 20 días desde que ETA declaró el cese del terrorismo y los partidos vascos ya han exhibido hasta cuatro veces su incapacidad para celebrar unidos el fin de la banda o recordar a las víctimas de la violencia. El último y más serio desencuentro, que se venía gestando desde hacía un mes, quedó plasmado ayer cuando socialistas, PP y PNV asumieron, entre reproches mutuos, su incapacidad para conmemorar mañana con un mínimo consenso el Día de la Memoria.

La división que ya marcó el año pasado el homenaje a las víctimas en su primera edición se ha ahondado esta vez hasta el punto de que cada institución lo celebrará, si quiere, por separado. No habrá ningún texto común en el que se recuerde a los afectados por la violencia y a algunos de los actos ni siquiera asistirán víctimas. El lehendakari, Patxi López, leerá una declaración institucional acompañado por su Gobierno.

El Día de la Memoria se ha fracturado por la misma línea que divide desde julio a las formaciones parlamentarias vascas en dos bloques (PP y UPyD por un lado, el resto por otro): las víctimas de excesos policiales u otras vulneraciones de derechos. Hace un mes, ambas partes repitieron sus diferencias en la Cámara. Desde entonces ha sido imposible el consenso.

El consejero del Interior, Rodolfo Ares, quien por la mañana había hecho un último intento de acercamiento con el PP y el PNV, reconoció después que el acuerdo no había sido posible, "pese a los esfuerzos por ensanchar el del pasado año", cuando EA y Aralar impidieron la unanimidad por el mismo motivo. Sin embargo, entonces sí fue posible un manifiesto apoyado mayoritariamente.

Sin equiparación

Visto que el consenso era imposible, y dado que la celebración del Día de la Memoria es un mandato parlamentario, Ares explicó que el Ejecutivo optó por mantenerlo vivo y celebrarlo, pero sin convertirlo en arma arrojadiza entre los partidos. El discurso del lehendakari será coherente con las bases del último borrador que manejaban los partidos. Tras recordar a las víctimas de ETA, este texto incorporaba alusiones a las del GAL o del Batallón Vasco Español, pero también a las de abusos policiales, "sin ningún tipo de equiparaciones entre estas y las de ETA, que quede claro", según fuentes de Interior.

El PP contraofertó convocar un acto sin texto para salvaguardar una celebración unitaria, pero tampoco fue posible el acuerdo.