Los aspirantes se reprochan recortes

El paro en el centro del debate y dos modelos distintos. Alfredo Pérez Rubalcaba y Mariano Rajoy intercambiaron ayer acusaciones sobre supuestos recortes sociales en el único debate de la campaña electoral del 20-N.

El candidato socialista, muy agresivo, habló del futuro, lanzó propuestas para reactivar la economía con más inversiones y criticó con dureza el programa del PP, y el popular se centró en el pasado con un diagnóstico negro de la situación económica que atribuyó a su oponente para ofrecerse a salir de la crisis. Rubalcaba trató a su adversario dando por hecho que será presidente del Gobierno y él líder de la oposición, se lanzó a hacer una especie de entrevista dura, cuestionando sus propuestas y haciendo ver que tiene un programa oculto para dar dinero público a los bancos o reformar el seguro de desempleo. Y el candidato del PP, leyendo continuamente, respondió culpando al Gobierno socialista de la pésima situación económica "por sus continuas rectificaciones", intentando identificar a su oponente con el Gobierno de Zapatero. Incluso con el recurso al error de llamarle "Rodríguez Rubalcaba" y asegurar que el candidato es lo mismo que Zapatero.

"Insidias", la palabra más repetida por el candidato del PP

"Acláreme un párrafo de la página 116 de su programa", le decía Rubalcaba a su oponente, y Rajoy le contestaba "usted no entiende lo que yo le digo y siembra insidias". La mayor parte del cara a cara terminó siendo un debate sobre el programa del PP, pese al intento de Rajoy de ir a la gestión de Zapatero, repitiendo la palabra "insidias" permanentemente. Desde el inicio, Rajoy sacó a relucir el paro asegurando que la situación "se ha hecho insoportable" y denunciando la "incapacidad del Gobierno para enderezar las circunstancias". "Se decide si vamos por la misma senda o se cambia de rumbo, la luz al final del túnel. No prolongar esta situación y los mismos errores y fracasos".

Rubalcaba respondió admitiendo la gravedad de la situación y "una recaída este verano que ha afectado a los datos de empleo y exige nuevas medidas: un acuerdo para el empleo, reorientar nuestra economía con equilibrio entre control del gasto e incentivos, y garantizar la seguridad, educación, sanidad y protección al desempleo". Su tesis es que hace falta incentivar la inversión porque "al enfermo le hemos aplicado una dieta de adelgazamiento, nos hemos pasado y hacen falta vitaminas", y hacer recortes de gasto, por ejemplo un replanteamiento de la estructura del Ejército. Para eso, habló de retrasar dos años el ajuste del déficit, pedir al BCE que baje los tipos, al Banco Europeo de Inversiones que haga un Plan Marshall para Europa y al ICO más potencia para abrir el crédito y realizar bonificaciones de Seguridad Social durante dos años para los que crean empleo.

Rajoy respondió a este bloque cuestionando que la crisis española sea como la europea, recurriendo a cifras para demostrar que el paro es mucho más alto en España que en otros países, que se han destruido tres millones más de empleos en esta legislatura y que "si lo hubieran hecho bien no nos hubiera afectado igual". En su balance se refirió a los 41 planes que se han votado en esta legislatura en el Congreso.

El líder del PP negó que vaya a dar dinero público a la banca, asegurando que eso sí lo ha hecho el Gobierno de Zapatero, y cortó de raíz a su oponente al sacar a relucir una carta de un redactor de un periódico argentino para negar que él hubiera dicho que vaya a cambiar el seguro de desempleo. Insistió en su fortaleza: las cifras.

El candidato del PP cayó en la estrategia del socialista al ponerse a la defensiva y responder a todo como si contestara a una entrevista. "Yo no soy como usted, que hace cosas que no estaban en su programa", y mencionó la supresión del cheque bebé, los 400 euros, la deducción por vivienda, la subida del IVA, la congelación de pensiones, para concluir: "Lo que no llevo en mi programa no lo hago".

Rajoy tachó de "insidias" las palabras de Rubalcaba sobre su programa y reiteró sus propuestas sobre el retraso en el pago del IVA y las bonificaciones en impuesto de sociedades para las empresas que inviertan en creación de puestos de trabajo. "De los ricos solo se acuerdan en campaña electoral, pero han bajado el sueldo de los funcionarios y congelado las pensiones", le dijo para descalificar el impuesto sobre grandes fortunas que propone Rubalcaba. El socialista utilizó los recortes en sanidad y educación en comunidades en las que gobierna el PP y el candidato popular le respondió achacándole que "por primera vez en la historia se hayan congelado las pensiones, engañando a los pensionistas".

Para intentar conjurar la fortaleza del PP en el análisis de la situación, Rubalcaba usó expresiones como "cifras, cifras, cifras" y "datillos". Rajoy le respondió con el listado de cifras de los recortes que ha hecho el Gobierno de Zapatero por "haber sido poco diligentes" en la gestión.