El edificio de La Teixonera ya sufrió por las obras del metro

El edificio del barrio de La Teixonera de Barcelona que fue desalojado el viernes como consecuencia de un socavón en el asfalto de la plaza de Isop causado por el colapso de una alcantarilla por culpa de la lluvia, ya fue víctima colateral de las obras de la línea 5 del metro que en 2005 causó, entre otras incidencias, el socavón del Carmel. Días después del hundimiento en las obras del metro de la línea 5 en enero de 2005, comenzaron a aparecer grietas en edificios de este barrio.

El de la plaza de Isop fue uno de ellos, recuerdan los vecinos. "Esta zona está condenada, este año compraremos lotería", decía ayer por la tarde el vicepresidente del Consejo de Barrio de La Teixonera, Francesc Subirats. "Los extremos de la calle de Plató han estado un porrón de años en obras y justo ahora que habían acabado, otro socavón", lamentaba. Isabel Herrera, madre de uno de 14 los vecinos desalojados el viernes por la noche, recordaba el susto de 2005. "Entonces en el piso vivía mi madre y salieron un montón de grietas. Tuvieron que hormigonear los bajos porque el suelo cedía", explicaba y señalaba el rastro del agujero por donde se inyectó el hormigón de varios camiones.

El peso de un camión hizo ceder ayer una acera y se inundó un piso

La línea 5 del metro pasa justo por debajo de la plaza en su trayectoria entre las paradas de Vall d'Hebron y Coll-Teixonera, subrayaba Francisco Romero, del restaurante Capricho Gallego, en la misma plaza. "Al bajo se le hundió un poco el suelo y por eso hormigonearon. En el bar La Chica [ya cerrado] ocurrió lo mismo", añadía.

Asentado sobre una montaña de rieras y torrenteras compuesta en buena parte por arenas finas y múltiples minas, muchos edificios de La Teixonera se construyeron antes de crear el alcantarillado. En ello insistía ayer el tercer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Antoni Vives, que explicó: "Se está actuando bajo protocolo" y precisó que la causa del socavón, que el viernes llegó a tener 20 metros cuadrados y el sábado se rellenó de hormigón, fue "el descalzamiento del codo -el giro bajo la plaza- de la alcantarilla". Vives recordó con vehemencia que el edificio desalojado no sufrió daños estructurales ni en 2005 ni ahora, y que en buena parte si se mantiene a los vecinos desalojados es por la proximidad de la entrada de la finca con las tuberías del gas y porque la lluvia ha impedido finalizar los trabajos. La zona vivió otro susto por la mañana, cuando el peso de un camión hizo ceder ayer una acera, lo que originó la inundación de un piso del semisótano del número 4 de la calle de Plutó.