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Reportaje:

Una cita con la historia

Primal Scream pone a bailar el velódromo con 'Screamadelica'

San Sebastián viajó ayer 20 años atrás. Por unas horas, las más de 2.000 personas que se acercaron hasta el Velódromo a bailar con Primal Scream amanecieron un 23 de septiembre de 1991. La banda escocesa llegó con Screamadelica, aquel disco que revolucionó el rock a comienzos de los 90. Pero antes de que a medianoche Bobby Gillespie se alzara sobre el escenario, We are Standard ya había puesto a la gente a sudar con su potente directo.

Entre el público hubo muchos amigos. Conocidos de Rock Privado y Krell, las dos formaciones encargadas de abrir la última jornada del Kutxa Kultur Festibala y a las que un concurso a través de Facebook les brindó la oportunidad de completar el cartel de la cita. "Novias, amigos, gracias por haber venido", se arrancó Etor Jon Iraola, el vocalista de Krell. Los dos grupos se supieron defender en el escenario, en torno al cual poco a poco se iba arremolinando más y más gente.

Rock Privado y Krell abrieron r la última jornada del Kutxa Kultur Festibala

"Sinceramente, yo a otros grupos de los 90 ..., pero Primal Scream no me gusta", comentaba María, de 25 años, acompañada por otras dos amigas. Su objetivo de la noche era claro: We Are Standard. "Son muy marchosos. Muy divertidos", pero todavía faltaban tres horas para que los de Getxo pusieran patas arriba el escenario. María y sus acompañantes también estaban allí por amistad, pero en esta ocasión la que les une a Thee Brandy Hips, el último de los grupos donostiarras que se ha sabido abrir un hueco en el panorama indie nacional, y que ayer presentaron algunos temas de su último trabajo, Raincoat, cuyo lanzamiento está previsto para febrero de 2012.

A primera hora los nombres más repetidos eran los de casa y las actuaciones más esperadas. Pero dos palabras - Primal Scream- comenzaba a sonar como un murmullo cada vez más fuerte a medida que pasaban los minutos. "Vengo a escuchar a unos tíos que hicieron historia. Hicieron un CD que cambió la historia de la música", resumía tajante Ricardo, un brasileño de 29 años afincado en Vitoria. Con 12 años comenzó a escuchar a Bobby Gillespie y compañía influenciado por sus hermanas mayores, explicaba mientras mataba el tiempo fumando un cigarrillo y con la esperanza de que Bobby Gillespie entonase Come Together. "¿Sabes a qué hora tocan?" era su pregunta.

Después de Thee Brandy Hips, muy parlanchines con el público, le tocó el turno a We Are Standard, también con nuevo trabajo en el bolsillo, Great State. La formación llevó hasta el escenario lo que ya se puede considerar la marca de la casa: el cantante y vocalista, Deu Txakartegi, disfrutando sobre el escenario como un enano y provocando en el público igual sensación. Tomaron el relevo de We Are Standard los británicos de Fanfarlo para acabar pasando el testigo al cabeza de cartel, a Primal Scream.

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La formación escocesa rindió homenaje a Screamadelica, el disco con el que consiguieron en 1991 llevar el rock a las pistas de baile de medio mundo fusionando dos estilos que hasta la fecha habían transcurrido por caminos paralelos sin cruzarse.

La actuación de San Sebastián se convirtió en una especie de epílogo a la gira con la que a lo largo del año han celebrado el 20 aniversario de aquel disco, un hito en la historia de la música y en la del diseño gracias esa carátula con un sol sobre fondo rojo firmada por Paul Cannell.

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