La falta de memoria es mala consejera

No me refiero a la memoria histórica de los años de la Guerra Civil, porque esa historia se están encargando de borrarla los descendientes ideológicos de los que la escribieron con sangre por miles de cunetas y de parajes por toda España.

Me refiero a la historia de los últimos años del siglo XX y los primeros del XXI, y que es el principal origen de que nuestra crisis sea mucho más grave que la del resto de Europa. ¿Nos hemos olvidado solo en 15 años de quién fue el presidente del Gobierno que liberó los precios del sector inmobiliario y dijo que mientras en España hubiese un metro de suelo urbanizable el trabajo en la construcción no se acabaría nunca?

Recordemos aquellos años en que en nuestro país se construyeron más pisos que en Reino Unido, Alemania y Francia juntas, y además que con esa legislación los especuladores inmobiliarios se hicieron archimillonarios a costa de los que se hipotecaban hasta las cejas para comprar sus viviendas con la garantía del señor Aznar de que el trabajo en la construcción no se agotaría nunca.

Pero fallaron todas sus previsiones al explotar la burbuja inmobiliaria y esta explosión se llevó por delante a cientos de miles de españoles que están ahora hipotecados y sin vivienda, pero sí tienen las deudas de las mismas y además están en el paro.