La entidad metropolitana del agua pide al juez indagar facturas falsas

El saqueo continuado que ha supuesto durante años la gestión de Emarsa, la sociedad que gestionaba las aguas residuales de Valencia, un saqueo que ha supuesto la quiebra para la firma, con un agujero de 17 millones de euros, todavía necesitará de más informes para desbrozar la maraña de irregularidades supuestamente cometidas. La Entidad Metropolitana de Servicios Hidraúlicos (Emshi), institución pública de la que dependía Emarsa, ha solicitado al juez que investiga el caso que se realicen nuevas indagaciones para intentar esclarecer si son verdaderas o falsas determinadas facturas con las empresas Ageirón (ubicada en Mislata) y Arrima (en Moncada), firma esta administrada por el hermano del director financiero de Emarsa, Enrique Arnal, que facturó cursos de formación sospechosos. Las facturas de ambas firmas presentan, según la Emshi, extrañas similitudes.

Según Cuesta, el Consell impuso a Notec a pesar de no tener experiencia

Además, la Emshi aporta documentación de la propia página web de la empresa Notec, encargada de tratar los lodos de la depuradora de Pinedo (la mayor de la Comunidad Valenciana, con capacidad para tratar 350.000 metros cúbicos), que dan a entender que algunos de los servicios que ofrecía en realidad los realizaban empresas extranjeras. Así se deduce al consultar diversos apartados del portal de Noves Tècniques Ecològiques, firma ubicada en Alaquàs. Sería el caso de los de "cribas", que remite a una firma italiana Eco-Star, los de "trituradoras" y "consultoría y asesoría", que apuntan a la alemana Arjes, o la de "astilladoras", que señala a la también germana Jensen. Solo cuando se consultan los apartados de "máquinas usadas", "ferias" o el "contacto" con la empresa, aparecen formularios para comunicarse con Notec. La Emshi también requiere las licencias de obras y de apertura de la planta de secado térmico en Requena.

El Consell Jurídic Consultiu ya apuntó en enero que el contrato de Emarsa con Notec es nulo, ya que se concedió sin que la firma tuviera ningún tipo de actividad previa y a dedo, "en ausencia de procedimiento alguno de selección". Es más, el propio exgerente de la sociedad pública Esteban Cuesta, aseguró ante el juez que José Juan Morenilla, exgerente de Epsar, entidad de saneamiento dependiente del Consell, fue el que dio directrices para contratar a Notec con precios muy por encima del mercado. E incluso se firmó una cláusula de indemnización a favor de la firma por 34 millones de euros. Morenilla fichó este verano por Facsa, firma imputada en el caso Gürtel por la supuesta financiación ilegal del PP.