El 15-M vuelve a Sol en campaña

A Francisco Román, que lleva una boina ladeada, se le escapan los gestos. "El adelanto más grande es este, este y este", dice. Y se señala la cabeza, la lengua y el corazón. "Y no pueden dominar estos". Y junta los dedos índice y anular para aludir al dinero. El taxista jubilado de 77 años habla bajo el paraguas en mitad de la concentración. No tiene "Internet ni nada de eso", pero le contaron los amigos que había cita en Sol del 15-M y allí que se plantó. "O la juventud toma las leyes o esto es un desastre total", dice el hombre. Le aplauden con ruido.

Varios centenares de personas se concentraron ayer en la Puerta del Sol para protestar contra la imposibilidad de manifestarse en esta plaza durante la campaña. El Ayuntamiento de Madrid envió a la Junta Electoral Provincial un listado con un centenar de lugares públicos reservados para los actos políticos previos a las elecciones generales del 20 de noviembre. Incluyen por primera vez, al menos desde 2008, la Puerta del Sol. La Junta las publicó en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid y entendió que había que reservar los espacios durante todo el tiempo para actos políticos entre el 4 y el 19 de noviembre. La Junta Electoral Central, que es superior jerárquicamente, dijo ayer lo contrario, se pueden hacer manifestaciones cuando no haya actos de campaña, aunque también dijo que la última palabra la tiene la Provincial, que es la que aprueba las manifestaciones.

La Delegación del Gobierno no había previsto ninguna actuación especial

El partido UPyD tenía solicitada la plaza para un mitin que interrumpió una decena de manifestantes al grito de "¡no nos representan!" y "¡fuera de las plazas que son del pueblo!". David Ortega, representante municipal de UPyD, explicaba después: "Nosotros hemos pedido permiso y ellos no, pero ha sido solo un instante".

Los agentes de la Policía Nacional, que aguardaba en furgonetas en Alcalá y frente a la sede de la Comunidad de Madrid, no intervinieron ayer. Según fuentes de la Delegación del Gobierno, no tenían prevista ninguna actuación en Sol, informa F. Javier Barroso, porque en periodo electoral las decisiones le corresponden a la Junta. Un portavoz apeló a los principios de "proporcionalidad y flexibilidad" y a no actuar en este tipo de casos, "siempre y cuando no haya desórdenes".

"Nadie tiene derecho a mediar en el espacio público que es de todos, no lo pueden acotar por las elecciones", dice la cantautora Elisa Serna, madrileña de 68 años y miembro del 15-M. "Me preocupan los recortes en educación y sanidad, pero también en libertad de expresión", apostilla su amiga Mary Barber, traductora irlandesa de 47 años y cinco lustros en Madrid. Y añade: "Solo venimos a intercambiar información e impresiones".

El lateral de la plaza se va llenando. Los participantes se arremolinan alrededor de un altavoz protegido por una lona. Asamblea para debatir "los problemas del 15-M" bajo la lluvia y foro temático sobre las próximas elecciones. De las intervenciones individuales surgen varias ideas. El movimiento de los indignados tiene dificultades, según escriben en la pizarra, para tomar decisiones, porque pierden el tiempo o porque a veces tienen prisa para consensuar. Una chica propone un boicot a los medios: "Deberíamos estar tres días sin ver la televisión". Parte del público agita las manos en alto en señal de aprobación.