Empleo rechaza el ERE de Visteon y evita el despido de 396 operarios

La planta de Cádiz Electrónica, filial de la empresa de componentes de automoción Visteon, en El Puerto de Santa María (Cádiz) tendrá que abrir hoy sus puertas. La Junta de Andalucía ha rechazado el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) presentado por la compañía, que incluía la clausura de su factoría y el despido de 396 empleados. Aunque puede recurrir, el delegado provincial de la Consejería de Empleo, Juan Bouza, celebró ayer el haber podido evitar este cierre con argumentos técnicos y jurídicos. La dirección había alegado pérdidas y descenso del negocio de automóviles, algo que contrasta con los beneficios reconocidos ayer, más de 76,8 millones de euros en lo que va de año.

La decisión da un margen a los trabajadores para que puedan cobrar

La planta tiene la obligación de dar faena, pese al parón de las máquinas

La decisión de la Junta se hizo esperar hasta el mediodía. Los trabajadores habían protagonizado el día anterior una marcha a pie de 22 kilómetros entre El Puerto de Santa María y la delegación de Empleo, donde decidieron pasar la noche hasta conocer la resolución autonómica. El rechazo al ERE, la decisión esperada, fue recibida con una ovación y con sonrisas, aunque entre la plantilla hay una enorme incertidumbre. "A las ocho de la mañana volveremos a la factoría y a esperar a que nos den el trabajo que nos tienen que dar", les comunicó el presidente del comité, Bartolomé Bruzón. Según detalló, ahora la compañía tiene la obligación de ofrecerles faena, aunque las máquinas están paradas y escasea la materia prima.

Visteon comunicó el cierre de su planta en El Puerto el pasado 23 de junio. Argumentó reducción de pedidos y ausencia de otras líneas de negocio. Pese a estas justificaciones mantuvo a pleno rendimiento el resto de plantas en Barcelona, Valladolid, Pontevedra o Valencia. Meses después concretó el ERE que suponía el cierre definitivo de la planta y el despido de toda la plantilla. "Es un claro caso de deslocalización", denunció Jesús Serrano, de Comisiones Obreras. La Junta siempre vio con malos ojos este anuncio y criticó las formas de la empresa. Ocurrió de similar forma cuando Delphi anunció en 2007 el cierre de su factoría de Puerto Real, pero en aquel caso no pudo evitar el fin de la actividad.

El rechazo del ERE si no garantiza el futuro de esta factoría, al menos, sí da un margen para que los operarios vuelvan a cobrar y la empresa tenga que buscar otra fórmula. De hecho, Visteon se adelantó a esta decisión y la semana pasada presentó voluntariamente un concurso de acreedores ante el juzgado de lo mercantil de Cádiz.

El delegado de Empleo, Juan Bouza, cree que la dirección debe ahora respetar las leyes y acatar la decisión de la Junta. Entre los motivos para rechazar el ERE, destacó que la empresa no ha planteado ninguna otra alternativa al cierre, a pesar de que sí lo hizo en el informe técnico que presentó cuando inició todo el proceso. También se resalta que Visteon ha ofrecido como argumento para el cierre la reducción de producción de uno de sus proyectos estrella, un componente de la llave de seguridad de los vehículos. "Se incluyó en la previsión de pérdidas pero no se planteó ninguna medida de modernización".

Bouza tampoco cree que el camino emprendido en el juzgado de lo mercantil permita a Visteon encontrar otro camino para llegar a la misma meta. "No cabe intentar maquillar cuentas para justificar pérdidas". De hecho, ayer mismo representantes del comité acudieron al juzgado de lo mercantil para entregar documentación que demuestra que la planta de El Puerto de Santa María presentaba beneficios en el momento en que se anunció el cierre.

La dirección de Visteon en Estados Unidos aprovechó el día de ayer para dar cuenta de sus resultados económicos mundiales, cuyos beneficios se elevan a 76,8 millones de euros en los primeros nueve meses del año. La empresa reconoce costes de reestructuración, entre los que se incluye el cierre de la factoría de El Puerto, por 13 millones de euros. Su presidente, Donald J. Stebbins, destacó "que las ventas del grupo han aumentado" y que el "continuo fortalecimiento" es gracias a la extensión de sus negocios en mercados desarrollados y emergentes.

Bouza aclaró que el rechazo del ERE se basa en una decisión muy meditada y negó haberse sentido presionado por ninguna de las partes, a pesar de la acampada frente a la sede donde trabaja. La acampada se disolvió tras conocerse la resolución de la Junta.