El constructor Hierro se niega a responder a las preguntas de la 'comisión De Miguel'
Prudencio Hierro, constructor imputado en la supuesta trama corrupta del caso De Miguel, optó ayer por cumplir exclusivamente lo exigido por la normativa en su comparecencia ante la comisión del Parlamento vasco que investiga los hechos. Hierro acudió a su cita con los parlamentarios prevista a las 9 y media de la mañana, pero se negó a responder a las preguntas la Cámara.
El constructor estuvo apenas un par de minutos: dijo ser inocente de los cargos en su contra -cohecho, tráfico de influencias, blanqueo de capitales y falsedad documental- y se escudó en que el proceso judicial sigue abierto para no ser interrogado justo antes de pedir permiso al presidente de la comisión, Juanjo Agirrezabala (EA), para abandonar la sala e irse. La investigación realizada por el Juzgado de Instrucción número Cuatro de Vitoria baraja la hipótesis de que Hierro pudo pagar comisiones ilegales a la trama encabezada por el ex número dos del PNV alavés, Alfredo de Miguel, a cambio de adjudicaciones de obra pública. La instrucción indaga también sobre un presunto amaño en un concurso público que terminó ganando una empresa administrada por Hierro, Ezkibel, compañía en la que De Miguel puso el capital inicial para su constitución. El imputado negó rotundamente ambos extremos en su declaración ante el juez el pasado 6 de octubre.
La hermana del exdirigente del PNV alavés declara hoy ante el juez
El constructor eludió así varias de las preguntas que dejó en el aire tras su comparecencia en sede judicial. Él mismo se contradijo al afirmar que De Miguel nunca le había adjudicado obra pública cuando poco antes había relatado que conoció a De Miguel, con quien dice tener una relación de amistad, "en una reunión en el industrialdea de Llodio en relación a la construcción de unos pabellones cuyo concurso gané" con la unión temporal de empresas (UTE) Construcciones Hierro-Gestión de Recursos Baio. El último informe policial sobre el caso alude a una adjudicación de 8,1 millones a la citada UTE de otro industrialdea regentado por De Miguel, el de Ayala.
Hierro también está relacionado con la reforma, por 1,2 millones de euros, de la nueva sede del PNV alavés en Vitoria, comprada por 2,4 millones en una operación orquestada por el ex número dos del Araba Buru Batzar a través de una mercantil, Landaburu Etxea, cuyas cuentas fueron incluidas en la investigación judicial.
Por otro lado, hoy comparece como imputada ante el juez la hermana de De Miguel, Aintzane, contable de varias empresas del núcleo duro de la trama.
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