El regulador de EE UU investiga un posible desvío de fondos en MF Global
La aparición del 'agujero' de 500 millones frustró la venta a Interactive Brokers
Si el caso de MF Global ya era de por sí complejo, la historia detrás de su colapso se complicó ayer aún más. La solución de última hora para poner la firma de corretaje en manos de Interactive Brokers cayó de la mesa porque hay cientos de millones que se dan por perdidos. Desajuste que llevó al supervisor financiero, al Departamento de Justicia y al FBI a investigar el uso que hizo con el dinero de sus clientes.
MF Global, una firma que opera en los mercados de derivados en Chicago y Nueva York, se declaró el lunes en suspensión de pagos porque su modelo de negocio no fue capaz de soportar el riesgo que asumían sus gestores al comprar deuda soberana de países de la periferia europea. Su caída recordó que el mercado vive un momento de fragilidad extrema.
La firma, ahora en suspensión de pagos, es el mayor fiasco desde Lehman
Los analistas dicen que es como una cebolla, "cada capa te hace llorar"
La compañía está dirigida por Jon Corzine, que hace año y medio tomó el control con el propósito de convertirla en otra Goldman Sachs, donde fue consejero delegado hasta ceder el mando a Henry Paulson. Una semana antes de sucumbir, el que también fuera gobernador por Nueva Jersey dijo a los inversores que todo iba bien y que Europa suponía una oportunidad.
El cortejo a posibles interesados en sus activos fracasó, y la firma procedió supuestamente a realizar una serie de operaciones con el dinero de sus clientes para ganar tiempo. Los propios ejecutivos de MF Global admitieron a los reguladores que recurrieron a esa práctica, que están prohibidas por la regulación financiera, cuando vieron que la situación se complicaba.
La cantidad extraviada varía conforme pasan las horas. En un primer momento se habló de 950 millones de dólares (681 millones de euros), una suma similar a lo que se especulaba que Interactive Brokers iba a pagar por quedarse con algunos de sus activos. Después se rebajó a 700 millones de dólares (algo más de 500 millones de euros), y no se descarta que se vaya rebajando conforme se localiza dónde fue a parar ese dinero.
Fue la propia MF Global la que comunicó a los reguladores que la tentativa de acuerdo con su rival no pudo cerrarse por "posibles deficiencias" contables. Horas después, los supervisores del mercado de acciones (SEC) y del de futuros (CFTC) emitieron un comunicado para reasegurar a los inversores, al decir que estaban siguiendo muy de cerca la situación.
De hecho, el examen de los reguladores a la contabilidad de MF Global se inició a final de la semana pasada, tras ver rebajada su nota crediticia al bono basura por parte de Fitch. Ahí empezaron los problemas, hasta el punto de que fuentes consultadas por la cadena CNBC dicen que "es como una cebolla, cada capa te hace llorar".
La investigación abierta, que se encuentra en una fase preliminar, podría acabar causando serios problemas legales a Corzine, un gran conocedor de las reglas que rigen el mercado. Esa discrepancia de cientos de millones fue ya suficiente para tumbar la operación, lo que le llevó a declarar la mayor suspensión de pagos en el sector financiero desde Lehman Brothers.
MF Global no es una entidad sistémica. Sin embargo, los efectos del colapso se hicieron sentir por segundo día consecutivo en los mercados de derivados en EE UU, sobre todo en el de energía y cereales, donde era muy activa. La liquidez de los contratos que manejaban está congelada por la suspensión de sus operaciones, y debe pasar poco a poco a otros actores en el parqué.
Y de nuevo, como sucedió hace tres años tras el derrumbe de Lehman, la pregunta que surge es cómo los reguladores en EE UU no fueron capaces de anticipar una implosión de este tipo, alimentada de nuevo por el exceso de riesgo y por el fuerte apalancamiento de su balance.
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