"Suelo crear una empresa por obra"

Prudencio Hierro, constructor imputado por la supuesta trama corrupta del caso De Miguel, comparecerá mañana ante la comisión de investigación del Parlamento. Varias empresas de Hierro están siendo investigadas por un supuesto pago de comisiones ilegales por adjudicaciones de obra pública, así como por un supuesto amaño en un proceso de adjudicación. También está relacionado con la reforma, por 1,2 millones de euros, de la nueva sede del PNV alavés en la Plaza de la Virgen Blanca, en pleno centro de Vitoria.

El edificio Hueto, que alberga ahora la sede de la ejecutiva alavesa del PNV, que preside Iñaki Gerenabarrena, fue comprado en una operación orquestada por el presunto cerebro de la trama, el ex número dos del PNV alavés, Alfredo de Miguel, a través de una mercantil, Landaburu Etxea, cuyas cuentas fueron incluidas en la investigación judicial. El Tribunal de Cuentas estatal ha alertado en varias ocasiones sobre el uso de mercantiles por parte de partidos políticos alegando que dan pie al uso de financiación opaca.

Está relacionado con la empresa que hizo las obras de la sede del PNV en Vitoria

Años atrás, Hierro dejó de administrar la firma familiar, Construcciones Hierro López de Urbina, que consta como encargada de las obras de la sede. Pero una de sus compañías investigadas, Ezkibel, se atribuye el mérito de la obra en su web (www.ezkibel.com). Tras conocerse en julio pasado la imputación del constructor, el Araba Buru Batzar se apresuró a desmentir que Hierro fuera el responsable de la reforma.

"Cuando creé Ezkibel, Gestión de Recursos Baio [otra de sus compañías] ya existía, tengo la costumbre de crear una empresa distinta cuando voy a realizar una obra, [aunque] no siempre actuó de esta forma", declaró ante el juez el pasado 6 de octubre. En la primera compañía, fue De Miguel quien puso el capital inicial para su constitución.

De Miguel, entonces gerente de varios industrialdeas dependientes de Sprilur, solía ofrecer sus servicios a diversas empresas que se relacionaban con esta y otras entidades públicas en las que tenía influencia, según declaró el propio exdirigente peneuvista junto a otros imputados. "Alfredo me dijo que una empresa suya podía asesorarme y llevarme la contabilidad [para una operación en Legutiano]. Él puso los 3.006 euros para crear esta empresa y después se los devolví", declaró Hierro, que no aclaró por qué quiso delegar en la empresa de De Miguel, Kataia Consulting, la contabilidad en vez de dejar las cuentas en manos de sus contables habituales. En la documentación incautada a la trama constan anotaciones que vinculan a "pruden" con operaciones con dinero en "negro".

"Alfredo de Miguel nunca me ha dado ninguna adjudicación de obra pública ni me ha dicho que me podía ayudar a conseguir obra pública", declaró Hierro a pesar de que constan adjudicaciones a compañías suyas. Una realizada por el industrialdea de Ayala en 2005, cuando De Miguel era el responsable, a la unión temporal de empresas Gestión de Recursos Baio-Construcciones Hierro ascendía a 8,1 millones de euros, por ejemplo.

La justicia investiga un presunto amaño en la adjudicación de un contrato de otro industrialdea, presidido entonces por un familiar de Gerenabarrena, por unos 520.000 euros: se presentaron Ezkibel, que ganó, y otras dos empresas que tenían alguna relación con Hierro. Otra de sus compañías, Gestión de Recursos Baio, pagó la reforma de un piso de la esposa de De Miguel, aunque Hierro lo justifica alegando que el diputado foral le pagó el importe. Alegó que la operación se hizo así porque le venía bien para hacer una maniobra contable vinculada al IVA.

En 2009, De Miguel pidió información a Hierro, también vocal de la junta directiva de la Federación Vasca de Hípica, sobre el marido de la entonces recién electa presidenta del Parlamento, Arantza Quiroga, relacionado con el sector.