"Ante Internet nos quedamos quietos en el pupitre"
Chola Mateos, extremeña, periodista de formación, creativa publicitaria de oficio, tiene 51 años, dos hijos, e Internet estuvo a punto de devorarla. Pero se ha revuelto y ha hecho que su empresa, que se llama Inventa, vuelva sobre su nombre. Y se ha reinventado.
Ahora está haciendo, y quiere hacer, creación publicitaria para la Red. El monstruo que quiso devorarla se ha convertido en su aliado. Dice en su despacho: "Hace seis o siete años no podíamos vislumbrar lo que iba a ser la Red, qué incidencia podía tener en este sector".
Y vaya que sí la tuvo. "Como en la prensa, como en la música", señala Chola Mateos. "Pero durante algún tiempo nos quedamos quietos en el pupitre... Hasta que reaccionamos... Los que teníamos reticencia y no queríamos entrar en ese monstruo que teníamos ahí delante decidimos agarrar el toro por los cuernos".
Sortea la crisis volcando en redes sociales y blogs su agencia publicitaria
Como la gente de su equipo, no más de cuatro personas, Chola Mateos decidió, hace tres años, cuando la crisis apretó, hacer cursos de programación y ella y los suyos se dedicaron "a conocer el medio para entrar ahí dentro, para saber qué hacer con la tecnología y para hacer de la necesidad virtud".
Afrontó el reto. "Pero no era una aventura. Estábamos obligados a hacerlo o nos ahogábamos". Les pasó a todos los publicitarios, pues la publicidad, como la prensa, ha recibido iguales hachazos de la realidad que la Red condiciona. Ahora ella busca la repercusión de su creatividad "en las redes sociales y en los blogs, haciendo campañas que tengan como destinatario prácticamente exclusivo el universo de Internet".
Mucha gente de su edad, dice Chola, ha pasado "por el mismo miedo y han asumido el mismo reto". Pudo haberse quedado paralizada, pensando en el presente continuo, "pero ¿y de qué vivía?" Así que se está reinventando. "Resistiendo, a ver, qué remedio". Es publicitaria desde hace más de 20 años, porque una vez le encargaron, siendo periodista de la agencia Efe en Mérida, una campaña política. El encargo salió bien, "y ahí seguí, hasta que me dieron un trabajo en Contrapunto". Inventa lleva viva 16 años. "Claro que sigue la incertidumbre, pero ahora se ve alguna luz; la crisis económica ha incidido de manera determinante en el sector, además de lo que ha hecho Internet con nuestras vidas".
Es una revolución. "Todos nuestros planteamientos han tenido que variar, igual que ha cambiado la vida cotidiana. Ahora puedes comprarte un traje por Internet, y antes ibas a la tienda. Ahora compras comida por Internet, y antes ibas al mercado. Eso de los trajes: la consecuencia es que has de tener un cuerpo estándar, porque si no, ¿cómo te sirve la ropa? Pero esa es otra cuestión".
La cuestión es que eso, la estandarización, "afecta tanto a la publicidad como a la comunicación... Ahora, por ejemplo, como pasa en el periodismo, todo el mundo se cree publicitario. Y no todos los ciudadanos pueden ser periodistas, ni todos los ciudadanos pueden hacer creatividad publicitaria. Pero vivimos esa confusión, que es parte esencial, también, de nuestra crisis. Todos se creen capaces de todo".
Pudo haberse parado. ¿Qué le animó a seguir? "El reto. Pero sobre todo que esto me gusta. Me quité el miedo y me arremangué. Y ahora, a esperar que el futuro nos divierta a todos".
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