El cierre del centro de transeúntes golpea a los temporeros en Jaén

Cada año se repite la escena en la provincia de Jaén en vísperas del inicio de la campaña de la aceituna: centenares de inmigrantes llegan en busca de un trabajo en el olivar, desoyendo los mensajes institucionales de que no hace falta mano de obra foránea porque los parados locales cubren la demanda de empleo agrario. Pero este año la situación humanitaria de estos temporeros se ha agravado al decidir el Ayuntamiento de la capital, gobernado por el PP, cerrar desde el 30 de septiembre el centro de transeúntes para realizar obras de reforma. Teniendo en cuenta que los albergues de la aceituna no abrirán hasta finales de noviembre, la situación ha provocado que ya haya decenas de inmigrantes y transeúntes sin un techo en Jaén.

"Es una realidad que está ahí", admite la concejal de Asuntos Sociales de Jaén, Reyes Chamorro, dando por bueno el diagnóstico realizado por las organizaciones asistenciales que han calculado en torno a un centenar las personas sin alojamiento en Jaén en los últimos días, una cifra que podría crecer conforme se aproxime el inicio de la campaña olivarera. Chamorro muestra la voluntad del Consistorio de abrir el dispositivo municipal en cuanto se active toda la red provincial de albergues de la provincia. "Abrirlo antes que en el resto de municipios de la provincia sería propiciar el efecto llamada", subraya.

El Ayuntamiento cerró el centro de transeúntes -que durante la aceituna se transforma en albergue para temporeros- escudándose en unos informes técnicos que alertaban de la necesidad de acometer unas obras de reforma que los antiguos trabajadores del centro entienden que podrían haberse llevado a cabo sin necesidad de clausurar el centro. Pero los trabajos no se han iniciado hasta la última semana y, mientras tanto, se ha concertado con un hotel de la capital el alojamiento de las personas sin techo que apenas han utilizado cuatro personas al día. Lo que ocurre es que los usuarios deben pasarse antes por el Patronato de Asuntos Sociales para recoger los vales, y las oficinas están abiertas de lunes a viernes de 8.00 a 15.00. Los inmigrantes y transeúntes suelen llegar por la tarde y no entienden de días festivos. "Muchas personas no quieren utilizar esos servicios", dice la concejal de Asuntos Sociales, que justifica que haya personas en la calle porque el tiempo máximo de alojamiento permitido es de tres días. El Ayuntamiento tiene también concertado con un restaurante un servicio de comidas y con una agencia de viajes, vales de desplazamiento para que los temporeros busquen trabajo en otros lugares.

Desde las ONG se censura la visión que las instituciones tienen del problema de la inmigración. "Para la Administración, la campaña de la aceituna es problema de empleo, pero no se repara en que hay seres humanos durmiendo en la calle", subraya Rafael López-Sidro, presidente de Cáritas Interparroquial en Jaén. Esta organización está soportando un aumento de la carga asistencial desde el cierre del centro de transeúntes de la capital. Cada día ofrece unas 120 comidas y desayunos en los comedores de las parroquias de San Roque y San Ildefonso, además de repartir 200 bolsas diarias de alimentos no perecederos.