Los empresarios temen un nuevo frenazo al crédito

Los resultados de la cumbre europea han sembrado -o más bien apuntalado- la inquietud en la clase empresarial. Los dirigentes de grandes compañías como Telefónica, Repsol, Iberdrola o Iberia consideraron ayer que los acuerdos van en "buena dirección", pero criticaron la falta de liderazgo de los gobernantes y clamaron por más coordinación europea, con la pérdida de soberanía de los Estados que ello conlleva.

Las patronales CEOE y Cepyme, además, pusieron el grito en el cielo porque los nuevos requerimientos de capital a los bancos europeos suponen "una amenaza importante al flujo de crédito" para las empresas, cuando la falta de liquidez resulta "el principal factor de estrangulamiento para el tejido productivo español".

La crisis de deuda soberana ya es de por sí nefasta para las empresas, porque su financiación en los mercados se encarece al ritmo que lo hace la de los Estados, como recordó ayer el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, en el VII Congreso de Directivos que organizó en Bilbao la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE), que ha invitado a varios medios, entre ellos, este diario.

Galán reclamó a la clase política más liderazgo e instó a que los líderes tomen sus decisiones "pensando en el largo plazo" y no "en las elecciones". En el mismo foro, el presidente de Repsol, Antonio Brufau, fue muy crítico con los Gobiernos: "Con los actuales gobernantes tenemos una carencia de la autoridad que procede del liderazgo", lamentó. Todos coincidieron en la necesidad de "más y mejor Europa", en palabras de Brufau.

Ello requiere persuasión, según el presidente de Telefónica, César Alierta. A su juicio, "a los ciudadanos hay que explicarles bien qué hay de lo suyo, por qué cuanta más coordinación europea haya será mejor para ellos".

El presidente de Iberia, Antonio Vázquez, advirtió de que el eje francoalemán ("o más bien, el eje germanofrancés", apostilló) "tiene limitaciones para mover el entramado" y debe "envolver más a Reino Unido".

Las críticas fueron más crudas en la CEOE. Aunque celebró los acuerdos y pidió seguir adelante con los instrumentos de cohesión y el refuerzo del fondo de rescate, criticó que el bajo valor otorgado a la deuda pública genera "inestabilidad e incertidumbre". El no conocer la metodología utilizada, añadió CEOE, "impide entender la disparidad" en los requerimientos de financiación entre los Estados miembros.

En el acto también intervino el presidente de CEDE y de La Caixa, Isidro Fainé, que ha resumido como conclusión del congreso la necesidad de "orientar las empresas al exterior, a países con perspectivas de crecimiento" para asegurar el crecimiento de la empresa

El Príncipe Felipe, por su parte, destacó la recuperación del empleo, especialmente el juvenil, como "lo que más preocupa, el problema que más ansía todo el mundo ver resuelto y lo que más necesita el país para percibir una mejora general". Pero, ha alertado, "sin crecimiento, sin empresas que tengan éxito y tiren del empleo, poco podemos hacer".